Como “un gran cementerio” calificó el papa Francisco la ruta migratoria en el Tapón del Darien

El sumo pontífice pidió a los dirigentes del mundo que se regule la situación migratoria sin que se olviden de los motivos por los cuales las familias deciden abandonar sus países natales

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El Papa Francisco tildó de ‘un gran cementerio’ las rutas migratorias en Colombia y varias partes del mundo - crédito Massimo Percossi/EFE
El Papa Francisco tildó de ‘un gran cementerio’ las rutas migratorias en Colombia y varias partes del mundo - crédito Massimo Percossi/EFE

En su discurso anual ante el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el papa Francisco destacó las “peligrosas rutas” que enfrentan los migrantes alrededor del mundo, resaltando problemáticas como la selva del Darién, que hace parte de la zona fronteriza entre Colombia y Panamá y uno de los territorios más peligrosos del mundo; el desierto del Sáhara y, sobre todo, el Mar Mediterráneo que, según las palabras del sumo pontífice, se han “convertido en un gran cementerio en la última década”.

Según señaló el Papa, son múltiples las causas de la migración, incluyendo los conflictos armados, la pobreza y la explotación de recursos, al tiempo que pidió a los entes gubernamentales que aborden la problemática desde la raíz para proporcionar soluciones duraderas a la crisis migratoria global.

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“Las guerras, la pobreza, el abuso de nuestra casa común y la continua explotación de sus recursos, que están en el origen de los desastres naturales, son también causas que empujan a miles de personas a abandonar su patria en busca de un futuro de paz y seguridad”, señaló en su discurso el papa.

En sus palabras, el líder de la Iglesia Católica hizo un llamado a la compasión y humanidad, recordando que detrás de cada migrante hay “rostros y nombres”, y señaló que el Mar Mediterráneo debería ser un “laboratorio de paz”, un lugar donde diferentes países y culturas se encuentren y enriquezcan mutuamente.

El papa Francisco se refirió a las rutas migratorias durante su encuentro anual con el cuerpo diplomático acreditado ante el Vaticano - crédito Servicio de Prensa del Vaticano
El papa Francisco se refirió a las rutas migratorias durante su encuentro anual con el cuerpo diplomático acreditado ante el Vaticano - crédito Servicio de Prensa del Vaticano

Aunque el sumo pontífice reconoció la necesidad de una regulación migratoria, el Papa Francisco enfatizó que esta debe respetar la cultura, la sensibilidad y la seguridad de las comunidades receptoras. Asimismo, destacó la importancia de acoger, promover, acompañar e integrar a los migrantes.

Asimismo, el papa expresó su preocupación sobre el aumento de legislaciones restrictivas y represivas, impulsadas a veces por el miedo o la búsqueda de consenso electoral, como ha sucedido en los últimos meses entre Colombia y Panamá por el incesante tránsito de migrantes colombianos, venezolanos e incluso europeos, asiáticos y africanos.

Esta no es la primera vez que el papa Francisco hace referencia a los problemas que atraviesa Colombia en el contexto migratorio. De hecho, apenas tres semanas atrás cuando celebraba su cumpleaños número 87, el líder de la Iglesia Católica se pronunció sobre la crítica situación de los migrantes que recorren el mortífero paso del Tapón del Darién, entre Colombia y Panamá.

Durante una intervención tras el Ángelus, el pontífice solicitó a la comunidad internacional y a los países involucrados proporcionar “una respuesta humanitaria” para proteger las vidas de estas personas y evitar “esta trágica realidad” que enfrentan al cruzar esta región.

“Deseo recordar a los miles de inmigrantes que intentan atravesar la selva entre Colombia y Panamá. Se trata a menudo de familias con niños que se aventuran a recorridos peligrosos, engañados por quienes falsamente les prometen una vía breve y segura, maltratados y robados”, indicó el sumo pontífice.

El Darién es conocido por los peligros que implica la travesía, no solo por ser una de las selvas más impenetrables, sino también debido a los grupos delictivos que se aprovechan de los inmigrantes mediante la extorsión y el secuestro.

Con más de 500.000 inmigrantes que transitaron por la selva del Darién en 2023, este camino se ha consolidado como una de las rutas más utilizadas y, al mismo tiempo, una de las más riesgosas de América. La región selvática fungiendo como frontera natural, no solo presenta retos ambientales graves, sino que también es campo de acción para redes de tráfico de personas, siendo la población de Venezuela, Haití y Ecuador, los más afectados por este flagelo.

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