Gabriel Silva Luján, exembajador de Colombia en Washington, se refirió a las declaraciones del expresidente Juan Manuel Santos sobre la búsqueda de inmunidad diplomática para Álvaro Uribe en Estados Unidos. Según el exfuncionario sus funciones no se tratan de impunidad o de evasión de la justicia.
“Aquí la verdad sobre la inmunidad diplomática para Álvaro Uribe. En ningún momento era impunidad o facilitar que el expresidente evadiera la justicia. Al contrario. Era hacer lo que la Constitución ordena y proteger la soberanía judicial de Colombia”, señaló Silva Luján en sus redes sociales.
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El exdiplomático y exministro escribió una columna en Cambio para aclarar las gestiones que realizó como embajador en favor de Uribe Vélez y que fueron reveladas por Santos Calderón. Aunque las declaraciones del expresidente se dieron hace meses, causaron revuelo recientemente y llevaron a todos los implicados a referirse al caso.
De acuerdo con Silva, una vez llegó a la embajada en el 2010, analizó la situación de Colombia en los EE. UU., que era parte de sus responsabilidades. Aunque no recibieron ninguna notificación oficial en contra del presidente que acababa de dejar el cargo, sí conocieron rumores de “varios intentos de relacionar directa o indirectamente al expresidente Uribe en procesos relacionados con situaciones de asesinatos o actuaciones violatorias de los derechos humanos”.
En medio de las averiguaciones para confirmar los rumores, conocieron de una pretensión para expedir una citación y forzar a Uribe Vélez a comparecer como testigo en un caso por asesinato de sindicalistas de la multinacional Drummond en Colombia.
Silva Luján se comunicó con el entonces presidente Santos, quien le pidió analizar el caso y formular una recomendación. El diplomático repitió el proceso que había hecho durante el Gobierno de César Gaviria en una situación similar en la que se pretendía citar a Alfonso López Michelsen, “promovido por algunos malquerientes”, en un caso de narcotráfico relacionado con el cartel de Cali.
El argumento del exembajador, que fue consejero de Asuntos Internacionales en la administración de Gaviria, es que la Constitución le otorga fuero a los expresidentes y altos dignatarios de la Nación debido a su responsabilidad y dignidad, para que solamente puedan ser sometidos a procesos judiciales bajo parámetros especiales.
“La protección de ese fuero constitucional de los expresidentes y otros altos dignatarios es una obligación en Colombia o en el exterior. Permitir que estos mismos personajes y dignatarios sean tratados en el extranjero por fuera de los términos de su fuero rompe la protección que la misma Constitución les otorga. Es decir, la obligación del gobierno es impedir que terceros interesados vulneren los alcances de la protección constitucional”, escribió Silva Luján en Cambio.
En ese sentido, según el exdiplomático, no se trataba de proteger a una persona en específico, ni López ni Uribe, “sino para hacer valer el fuero constitucional”. Silva señaló que. por razones políticas y judiciales, se debe proteger a los expresidentes. Primero porque podrían ser objeto de retaliaciones por parte de otras naciones; segundo, porque no se debe permitir romper la soberanía judicial que puede evitar que los responsables respondan ante las autoridades nacionales por cosa juzgada.
El exdiplomático confirmó que sí adelantó gestiones de alto nivel por el caso Uribe en los Estados Unidos por orden del expresidente Santos. “No se trataba de actuar de defensores de oficio del mencionado expresidente en las acusaciones específicas o puntuales que existían, y aún persisten, sino de hacer valer la protección que le corresponde a un jefe de Estado”.
Según Silva Luján, acudieron directamente a la Casa Blanca, debido a que el Departamento de Estado no compartió la postura, para señalar que era inconveniente para las relaciones bilaterales no recibir inmunidad para los expresidentes.
Según el exembajador, fue clave que para ese momento George W. Bush presentó una situación similar por las torturas de Abu Graib, que sirvieron de ejemplo para solicitar la inmunidad a los mandatarios colombianos. La respuesta del gobierno de Estados Unidos es que extenderían la inmunidad a Álvaro Uribe, pero ese beneficio no sería generalizado, sino analizado caso a caso.