La Fiscalía determinó como infundadas las denuncias en contra de Carlos Mattos y su hermano, el ganadero Edward Heriberto Mattos Barrero, por presuntamente haber financiado grupos paramilitares y su participación en la masacre de Codazzi, Cesar.
El fiscal octavo especializado ordenó “precluir la presente investigación a favor de los señores Carlos José Mattos Barrero y Edward Heriberto Mattos Barrero, por los delitos de concierto para delinquir, homicidio en persona protegida, desplazamiento y desaparición forzada, secuestro simple y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones”, según reveló Caracol Radio.
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La Fiscalía, en su decisión, analizó el testimonio del exparamilitar Luis Carlos Ávila Teherán, conocido como alias Barranquilla, quien señaló a los hermanos Mattos Barrero de haber entregado información para la planeación de la masacre de Codazzi, Cesar, perpetrada por las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá en 1996.
Para el fiscal, que llevaba el proceso bajo el antiguo código de procedimiento penal conocido como Ley 600, en el que los fiscales deciden sobre la situación jurídica de los procesados, había varias inconsistencias en el señalamiento que llevaban a insuficiencia probatoria.
Uno de los hechos, de acuerdos con los documentos revelados por el medio citado, es que podría existir confusión de personas entre Mattos Barrero y Carlos Mattos Liñán. Además, los testimonios de otros expamilitares no confirmaban lo dicho por alias Barranquilla.
“Llama la atención que esta persona indique que una o dos semanas antes de la incursión los hermanos Mattos Barrero le entregaron a ellos un listado de supuestas personas colaboradoras de la guerrilla, cuando se tiene en el plenario que las reuniones previas no existían y que puntualmente para esa incursión no hubo reunión debido a que esta surge por la información entregada el mismo día por JJ, aunado a que no realizaban este tipo de reuniones previas para evitar la filtración de la información”, dice el documento.
La masacre de Codazzi perpetrada el 26 de septiembre de 1996 permitió la alianza entre paramilitares y poderosos empresarios en Cesar, entre los que se encontraban presuntamente los Mattos Barrero. La incursión inició por Chimichagua, Becerril, La Jagua y Codazzi en aparente apoyo con el Ejército.
Sin embargo, para la Fiscalía, la masacre de Codazzi se trató de una operación relámpago debido a que los paramilitares no contaban con capacidad para establecerse en el municipio. Además, el testimonio de Evangelista Basto Bernal, Calixto López Gonzáles y Rodrigo Tovar Pupo, señalaron que no hubo reuniones previas y se mantuvo la información de planeación bajo reserva por lo que alias Barranquilla, que no tenía un alto rango, no habría podido acceder a la misma con anterioridad.
“Llama la atención que es la única persona que pone de guía a Edward Mattos, todos los declarantes al unísono se han referido a alias JJ como el guía de la incursión”, señala la determinación de la Fiscalía.
Alias JJ o Jotajota, según dijo Hernando De Jesús Fontalvo Sánchez, alias ‘El Pájaro’, enviado por Mancuso junto con otros 25 hombres para establecer las autodefensas en Cesar, fue un informante guerrillero enviado por alias Jota para la incursión, de acuerdo a una entrevista que concedió el exparamilitar a Verdad Abierta.
“No es lógico que un integrante de las AUC reciba ordenes de una persona particular, sobre todo porque la estructura criminal es piramidal, quiere decir, que deben seguir ordenes de su jefe superior, y dentro de la carpeta no existe ninguna prueba que indique que Mattos Barrero pertenecía a dicho grupo como para tener la facultad de ordenar algún tipo de incursión militar”, señaló la Fiscalía.
Otra de las inconsistencias del testimonio de Barranquilla es que, de acuerdo con el fiscal, señaló que ni Tovar Pupo ni Mancuso estuvieron presentes en la incursión, aunque para la Fiscalía sí participaron como colaborador, el primero, y como comandante del bloque, el segundo.
Así mismo, la Fiscalía señaló que para el momento de los hechos los Mattos Barrero no tenían finca en Codazzi ni tampoco permanecían en la región, de donde son oriundos, por lo que el ente acusador descartó que tuvieran la posibilidad de ofrecer información a los paramilitares.
Fontalvo Sánchez también había señalado que la incursión se planeó en una finca de Mattos en Bosconia. Sin embargo, la Fiscalía establece que puede existir confusión con una tercera persona conocida como Carlos Mattos Liñán a quien señalan los otros testigos del caso.
Carlos Mattos Barrero se encuentra condenado por haber sobornado funcionarios de la rama judicial y jueces en un proceso para quedarse con la representación de Hyundai en Colombia. Su hermano está detenido por presuntamente haber ordenado el homicidio de los campesinos Disnaldo José Perpiñán y su ahijado Carlos Alberto López Chacón. Aunque intentó ingresar a la Jurisdicción Especial para la Paz, el tribunal rechazó su sometimiento.