El 31 de diciembre de 2023 se registró la muerte de alias Allende, cabecilla del frente Alfonso Cano de la Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc, considerado el mayor narcotraficante del país, que fue dado de baja por las Fuerzas Militares en la vereda de Yayaral-Guañambí, zona rural de Roberto Payán (Cauca).
Fuentes confirmaron a Infobae Colombia que Allende era la persona encargada de enviar la droga del grupo armado, por lo que tenía nexos con narcos en Ecuador y México, mismos que habrían entregado la ubicación del criminal por no entregar y quedarse con el pago de más de cinco toneladas de cocaína, hecho que se habría registrado a mediados de 2023.
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De la misma forma, tras varios días después del operativo, en los que las Fuerzas Militares siguen con presencia en la región para recuperar el control de este territorio, el cuerpo de alias Allende no ha sido encontrado por las autoridades, pero sí han sido revelados más detales sobre su caída.
Una fuente dentro de las Fuerzas Militares le reveló a Infobae Colombia que Allende se encontraba junto a dos hombres que eran de su total confianza, dado que habían sido recomendados por una pitonisa que le aseguró que con ellos sería invencible.
A diferencia de lo que le aseguraba la pitonisa, Allende terminó muerto junto a los dos hombres de su esquema de seguridad, que fueron fotografiados minutos antes de que se registrará el enfrentamiento con las Fuerzas Militares.
La información que manejan las autoridades es que Allende, de 32 años, fue herido cuando se encontraba en un terreno en donde tenía planeado pasar el 31 de diciembre, por lo que fue retirado por sus hombres, impidiendo que los enfermeros militares pudieran atenderlo como se ha registrado con guerrilleros en otros operativos.
Antes iniciar el combate, las Fuerzas Militares observaron que los miembros de las disidencias, que estaban vestidos de civil, tenían en su poder fusiles AK47 calibre 7.62, M16 calibre 5.56 y ametralladoras calibre 7.62 y 5.56, resaltando que fue sencillo identificar a Allende, dado que era la única persona de tez blanca en el lugar.
Este operativo tenía como objetivo capturar al criminal, pero fue interrumpido por personas vestidas de civil que serían parte de las disidencias, lo que sería una estrategia para obstaculizar las operaciones en su contra, mientras que se mezclan con la población para generar información falsa, sumado a esto, también sería un modus operandi para llevar a cabo múltiples actos delictivos como homicidios, extorsiones, narcotráfico y reclutamiento de menores.
De la misma forma, los guerrilleros utilizaron a algunos pobladores como escudo humano, lo que retardó el accionar de los militares que priorizaron proteger a los ciudadanos.
Desde el 31 de diciembre, las Fuerzas Militares mantienen su presencia en Roberto Payán, buscando encontrar al resto de los miembros del frente Alfonso Cano que escaparon durante el operativo; mientras que algunos pobladores han denunciado amenazas y presiones de los criminales tras el enfrentamiento.
Los miembros de las disidencias estarían culpando a las personas de a pie de la muerte de Allende, dado que se conoció que el cabecilla había entregado regalos el 24 de diciembre para ganarse la confianza de las personas.
Dentro de las Fuerzas Militares destacan que Allende era una de las piezas más importantes dentro de las disidencias, por lo que las autoridades llegaron a ofrecer hasta 1.000 millones de pesos por información sobre su paradero, ya que, aunque a su corta edad, se había convertido en el mayor narcoguerrillero del país.