Unidades de la Armada Nacional completan más de noventa horas de labores de búsqueda de un velero que zarpó desde las costas de Guatemala con destino a la isla de San Andrés y Providencia, y del cual hasta el momento no se tiene información sobre su arribo.
La operación de búsqueda y rescate de la institución naval comenzó después de que una agencia marítima emitiera una alerta de haber perdido comunicación con la embarcación que partió desde Livingston, municipio de Guatemala, el 20 de diciembre del 2023, y la cual registraba como fecha de llegada al territorio colombiano el 26 de diciembre de ese mismo año.
“Una vez recibido el reporte, la Institución Naval inició los procedimientos de búsqueda y rescate en coordinación con la Dirección General Marítima (Dimar) y las autoridades competentes en la región, para localizar el velero de bandera polaca, de nombre “Carpe Diem”, que registraba un tripulante a bordo”, informó la Armada Nacional.
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Tras conocer la alerta, la institución ha realizado varios barridos por video radar en el norte de la isla, además de efectuar diferentes comunicaciones con buques de la zona y Puestos Navales Avanzados en cada uno de los cayos, todo bajo coordinación con el gremio marítimo, con el fin de determinar la ubicación del velero.
Pese a que hasta el momento las autoridades marítimas no han obtenido información sobre el paradero de la embarcación, la Armada Nacional a través del Comando Específico de San Andrés y Providencia aseguró que “continuará articulando esfuerzos para la ubicación del tripulante y del velero desaparecido, ratificando así su compromiso de salvaguarda de la vida humana en el mar”.
Buscan embarcación que desapareció en San Andrés con 38 migrantes abordo
El más reciente caso de la desaparición de una embarcación en San Andrés Se registró el 21 de octubre del 2023, cuando un barco de nombre IAS II, partió desde el sector El Cove, en San Andrés, con destino a Nicaragua, con 38 migrantes abordo.
La nave, en la que viajaban 35 ciudadanos venezolanos y tres colombianos, entre ellos una mujer con ocho meses de embarazo y un bebé de tres meses de nacido, tenía como destino Nicaragua, desde donde los migrantes se desplazarían hacia los Estados Unidos.
Según los familiares de las 38 personas, desde las 8:15 de la noche de ese 21 de octubre, cuando la embarcación partió, no volvieron a tener contacto con sus seres queridos. Aunque las autoridades cesaron las labores de búsqueda bajo la hipótesis de que la nave naufragó, las familias se niegan a aceptar esa teoría.
“Si en realidad hubiera sucedido un naufragio, ¿por qué los celulares estuvieron funcionando cuatro o cinco días después de que partió la embarcación? Se supone que en un naufragio lo primero que se dañan son los celulares, pero con ellos no sucedió así”, cuestionó Yolmedi Karina Gómez, familiar de algunos de los migrantes que iban en la lancha, en diálogo con la revista Semana.
La hipótesis de las familias, según lo dicho por Gómez a ese medio, es que sus familiares fueron secuestrados. “Tenemos la corazonada de que están vivos, creemos que están secuestrados, aunque no sabemos dónde los tienen. No se imagina la angustia que tenemos”, señaló.
La posibilidad de que aún sigan con vida tomó relevancia luego de que en la noche del domingo 29 de octubre, en las playas de Costa Rica fueran halladas unas bolsas con ropa y ocho pasaportes y dos cédulas que correspondían a 9 de las 38 personas desaparecidas. Desde entonces, esas son las únicas pistas que se han encontrado del grupo de migrantes.
La procuradora Margarita Cabello al respecto anunció que enviará un grupo especial para indagar qué ocurrió con las 38 personas desaparecidas, informó el diario El Colombiano.