Por estos días, los bogotanos se enfrentan a la disyuntiva de cruzar o no por puentes peatonales, pues si deciden pasarlo se pueden enfrentar a ladrones que esperan a sus víctimas en la parte alta o las escaleras de la estructura, para evitar que sus víctimas huyan del atraco. Y si cruzan por debajo del puente corren el riesgo de ser atropellados por los carros.
El caso más reciente fue el de una pareja que tras salir de un café en el norte de Bogotá fue abordada por dos sujetos de nacionalidad extranjera, quienes esperaban estacionados sobre sus bicicletas de alta gama a mitad del puente.
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El hecho ocurrió sobre las 8:30 de la noche, en el puente de la estación (de TransMilenio) calle 85, en donde, según denuncian, ningún policía hacía ronda, a pesar de ser una zona altamente transitada.
“Nosotros veníamos de organizar unas cosas en un café en la 85, decidimos caminar un poco y, atravesando el puente de la 85, de la estación de TransMilenio de la 85, junto con mi novia, un tipo en una bicicleta nos amenaza sobre le puente y, antes de bajar las escaleras, el tipo nos amenaza a mí y a mi novia”, explicó una de las víctimas en entrevista para el matutino de Arriba Bogotá.
Con la seguridad de que, habiendo otras personas en el puente, lograrían persuadirlos de no cometer el robo, el denunciante, quien, por motivos de seguridad prefirió mantenerse anónimo, opuso resistencia e intentó aferrarse a sus objetos personales.
Sin embargo, lejos de arrepentirse, ambos delincuentes decidieron sacar de entre su ropa armas blancas con las que amenazaron a la pareja e hirieron al novio, quien intentó evitar que se llevaran sus celulares y un computador. ,
“El tipo me da un puntazo en la mano con una navaja que él llevaba y, de nuevo, me pega una puñalada en el hombro para que yo deje de forcejear. Cuando él hace eso y veo a mi novia, también en medio del forcejeo, decido quedarme quieto”.
Tan pronto como tomaron sus pertenencias de valor, abordaron sus bicicletas y se dieron a la fuga, mientras el novio atendía sus heridas y las demás personas que transitaban por el puente corrían en dirección contraria.
Según detalló el hombre en conversaciones con el medio citado eran “dos personas de nacionalidad extranjera las que nos roban, tiene dos cuchillos y, creemos, ya nos llevaban a nosotros en la mira, porque a la persona que iba adelante la dejan ir sin quitarle nada. A nosotros nos quitan los dos celulares y el computador”.
Es decir; puede que los hubieran estado observando desde la parte alta del puente y, por alguna razón, los escogieron a ellos para caer en la trampa. Una lastima; ya que, al pedir ayuda, no encontraron a nadie que interviniera en el robo y menos a un guardia o agente que custodiara la estructura.
“Cuando las personas ven que nos están robando todo el mundo sale a correr. Nosotros intentamos pedir auxilio en la taquilla del TransMilenio y, esta chica solo hace una llamada, no nos pregunta gran cosa y supimos que era más fácil que nosotros fuéramos al CAI de Apolo, que esperar la Policía allí, porque si no nunca hubiera llegado la policía”.
Tomaron su denuncia, pero los delincuentes lograron huir con el botín en sus bolsillos, uno que, según comentó la víctima para el medio citado podría superar los tres millones de pesos en el mercado negro: “Haciendo el avaluó nosotros creemos que entre tres y cuatro millones de pesos lograron llevarse en pertenencias”.