En medio de la noche del 31 de diciembre, mientras muchos celebraban el cambio de año, un soldado profesional compartía su experiencia desde una base militar. Este testimonio revelaría irregularidades frente a la ”estancia”, o el abastecimiento de alimentación para los soldados y alumnos de las unidades militares del Ejército Nacional.
En sus propias palabras, el soldado, cuya identidad no revela, reflexiona sobre la complejidad de tener una alimentación nutritiva en el mundo militar. “Dale gracias a Dios por los alimentos”, expresó, subrayando la importancia de la gratitud ante las adversidades.
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“Vea, pleno 31, vea, salchichón, una ‘tajadita’ y lo que nunca puede faltar en el Ejército: la panela, limón. Pues, hoy en día, ya que subió la instancia a 500 mil pesos, casi 507 mil... Anteriormente, con 350 mil pesos se hacía un alargue, de la estancia’ hasta el 3, 4 o 5 (de enero). Ahora que llegan casi 500, no alcanza”, expone el soldado.
El testimonio también aborda el tema del costo de la estancia militar, destacando un aumento a lo largo del tiempo. Con una mezcla de resignación y frustración, el soldado comparte cómo, a pesar de recibir ahora más de 500 mil pesos, casi 507 mil, el dinero parece no ser suficiente, lo que contrasta con épocas pasadas con montos menores, explicando que a pesar de que al abastecimiento de alimentos aumento, la calidad y cantidad de la comida no es significativa, por lo que sugiere que ese recurso se desvía.
”... ya uno siempre sigue siendo el ‘soldado malo’ porque uno dice y habla por esto. Uno sigue siendo el ‘soldado disociador’, el ‘soldado malo’. Uno se cansó de decir las cosas. Entonces, yo no digo nada ya, aprendí a agachar la cabeza y no estar peleando, porque cada vez que uno pelea, es un soldado malo”, relata el soldado, que con frustración, reserva sus palabras, pues sabe que para el organismo al que pertenece, las quejas automáticamente son tomadas como ataques, revelando las dinámicas internas y las presiones que, presuntamente, enfrentan los miembros de las fuerzas armadas.
Este vídeo fue difundido por la cuenta de X, antes Twitter @SARGENTOCHALA, quien además apunta a decir: “¿Por qué se roban la plata de la alimentación del soldado? El comandante que haga esto debería ser dado de baja de inmediato, investigado y para la cárcel. Todavía queda mucho hampón al interior del Ejército Nacional de Colombia”.
Un segundo video aborda una situación más crítica: un presunto castigo impuesto al soldado denunciante, quien mantiene una fractura de vértebra lumbar sufrida.
A través de sus palabras, se evidencia la falta de apoyo recibido, ya que los propios compañeros de armas fueron instruidos a no ayudarle a desplazarse con su equipo “atalajado”,
“El 31 subí un video hablando sobre mi alimentación. Me encontraba aquí, en esta base, me encontraba aquí pernoctando en este sitio, porque la verdad tampoco había modo y lugar para una buena dormida, entonces me tocó ahí en el suelo... ya me voy a ir. Aquí tengo mi papel donde dice ‘fractura de vértebra lumbar’, entonces la verdad no sé mi paradero hacia dónde voy. Ahora llegó una unidad, la que me vino a recoger, allá abajo se observa la NPR (un camión usado como transporte), y aquí a la presencia del soldado profesional, que no voy a decir su nombre, él vio y presenció lo que dijeron los soldados. ¿Qué dijeron los soldados, mi dragoneante? - Dijeron que no le ayudaran - Listo. Eso es algo que a uno le duele porque la verdad, vea ese viajado de cosas que yo tengo, vea mi papel donde dice ‘Fractura de Vértebra Lumbar”. Pero bueno, de todas maneras, esas son irregularidades que pasan...”, explica el soldado en otro video, grabado días después del 31 de diciembre.
Hasta el momento, se desconoce un pronunciamiento oficial del Ejército Nacional de Colombia o el Ministerio de Defensa, sobre este caso.