Brecha digital en la educación: 8 de cada 10 colegios rurales en Colombia no tienen acceso a internet

Un estudio detalla los desafíos de la educación rural en Colombia, desde la falta de conectividad y recursos tecnológicos hasta las marcadas diferencias en los resultados académicos y tasas de deserción escolar en comparación con las zonas urbanas.

El 79% de las instituciones educativas rurales no disponen de conexión a Internet (Imagen ilustrativa Infobae)

Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en Colombia, para el año 2023, habían 13.631.928 de personas en edad escolar, de estas, el 26,7% habitan en zonas rurales. Recientemente se dio a conocer un estudio del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana que brinda un panorama de las condiciones educativas en estas zonas del país.

Allí se plasma que la educación rural en Colombia atraviesa situaciones críticas marcadas por una alta dependencia de instituciones educativas públicas, escasez de recursos tecnológicos, y una preocupante tasa de deserción escolar. Adicionalmente, se evidencia un contraste en los resultados académicos al comparar la educación rural con la educación urbana.

En el estudio se evidencian considerables desafíos de la educación rural en Colombia. Según la investigación, el 79% de las instituciones educativas rurales no disponen de conexión a Internet y casi el 60% carecen de aulas de informática, mientras que en los escenarios urbanos, el 9,3% no cuenta con internet, mientras que al 14,7% les hacen falta aulas de informática, lo que refleja una pronunciada desigualdad.

La importancia de la conectividad en el ámbito educativo es crucial, ya que no solo posibilita una comunicación efectiva entre docentes y alumnos, sino que también permite el acceso a recursos de información científica y académica a bajo coste. Además, señala el informe que, se fomenta un aprendizaje interactivo, y en muchos casos, motiva a los estudiantes a profundizar en sus conocimientos sobre diversos temas. Estas cifras alarmantes suponen un obstáculo significativo para lograr una educación equitativa y de calidad.

Además, se destaca que durante el 2022, el 23,7% de estudiantes rurales no asistieron a los centros educativos, un contraste frente al 17,9% de las zonas urbanas. Este fenómeno resalta la existencia de una brecha estructural en cuanto a oferta y calidad educativa.

El internet permite el acceso a información y recursos educativos (Ericsson/UNICEF)

Es pertinente señalar que para evaluar la calidad educativa es necesario tener en cuenta una gran cantidad de variables, sin embargo, el informe se centró en los resultados de la prueba Saber 11, donde se evidenció que los estudiantes de zonas rurales obtienen, en promedio, puntajes inferiores a los de zonas urbanas con una desviación de 26,4 puntos en 2022.

Otros datos:

  • El 11,8% de la población urbana contaba con un título universitario, frente a apenas el 1,8% de los habitantes en zonas rurales.
  • La oferta educativa en zonas rurales está concentrada en niveles educativos más bajos pues el 84,9% de las sedes ofrecen educación preescolar y el 86,7% básica primaria. En zonas urbanas, la oferta educativa incluye en mayor proporción niveles educativos superiores como la básica secundaria y la educación media.
  • El 7,8 % de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en zonas rurales no asisten a las escuelas debido a embarazos y el 23,4 % no lo hace porque debe encargarse de los quehaceres del hogar.
El embarazo adolescente es un factor determinante en la tasa de deserción escolar (Andina)

Así las cosas, los indicadores son claros: el rendimiento académico de los alumnos en áreas rurales difiere sustancialmente de sus pares en las ciudades. Razones como la menor cantidad de docentes calificados y la insuficiente infraestructura escolar contribuyen a esta diferencia. Tales factores obstaculizan la igualdad de oportunidades educativas entre el ámbito rural y urbano, lo que podría tener consecuencias a largo plazo en el desarrollo socioeconómico del país.