El creador de contenido bogotano David Martínez compartió en sus redes sociales que estuvo en una situación aterradora, luego de solicitar un servicio por medio de una plataforma digital, para desplazarse en Bogotá en horas de la noche.
A través de la plataforma de entretenimiento china TikTok, advirtió a sus más de ochocientos mil seguidores que “no deberían pedir un carro después de la 10 de la noche porque casi (se pasa la mano por el cuello en señal de que estuvo en aprietos), con mi pareja. Esto pudo haber salido muy mal”.
David Martínez y su pareja necesitaban ir desde su apartamento a otro lugar, pero solicitar un vehículo de servicio particular por medio de plataformas digitales pasó de ser una opción segura a una pesadilla en un abrir y cerrar de ojos.
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“Juan (el novio) y yo estábamos en mi casa y teníamos que ir al otro lado de la ciudad. Eran las 10:00 de la noche; así que pensamos que pedir un carro (por medio de plataformas digitales) sería más seguro... spoiler: fue un error, no sabíamos todo lo que iba a depararnos ese viaje”, explicó.
Desde que abordaron el vehículo notaron que el algo andaba mal con el conductor, pues el sello de la mayoría de aplicaciones de “arrendamiento de vehículos” es el buen trato a sus pasajeros y un viaje cómodo.
“El carro llegó, nos subimos y la primera red flag fue que tenía música a todo volumen, así que procedí a pedirle al señor que le bajar un poquito. Él le bajó y empieza a hacernos conversación, nos pregunta para dónde vamos y por qué vamos tan lejos y yo, ingenuamente, le dije que el lugar de donde salimos era mi casa y el lugar para el que íbamos era donde vivía Juan”.
Y añadió: “En ese momento no había visto las señales de peligro e, igualmente, uno no debería darle sus datos personales a nadie, a ningún conductor. Juan estaba detrás mío, yo iba en la silla del copiloto y él me pegó en la silla”.
Hasta entonces eran faltas menores que podrían haber pasado desapercibidas de no ser por la advertencia que el conductor les hizo, una vez respondieran a sus preguntas.
“Unos minutos después el señor nos dijo que nos iba a cobrar más porque era bastante lejos; así que yo me gire para pelear con él, porque la aplicación ya daba un precio... cuando siento otro golpe de Juan en la parte de atrás. Él ya se había dado cuenta que el señor era extraño y me estaba advirtiendo que no fuera imprudente. Ahí me di cuenta de que algo no estaba bien”.
Quizás habrían dicho algo si fuera un conductor común y corriente, pero actuó extraño desde que subieron al carro y ya era tarde en la noche, así que decidieron “seguirle la corriente” y conversar sin entrar en temas personales: “Decidimos seguirle la idea a todo lo que dijera el señor, así dijera que las vacas volaran”.
Pero el conductor, lejos de mantenerse en una posición respetuosa, empezó a revelar aspectos de su vida personal que fueron causando mayor incomodidad en David y su novio.
“La conversación se puso más y más incómoda. Primero, empezó diciéndonos que lo habían vetado varias veces de la aplicación, después nos dijo que vivía en un barrio muy peligroso y, precioso en ese momento, estábamos llegando al centro de la ciudad, que a veces es bastante peligroso”.
En ese preciso momento les preguntó si tenían afán y se ofreció a darles una “vueltica”, pero ellos se negaron rotundamente, pues, son frecuentes las historias de personas que han sido robadas, luego de que su conductor se desvia.
Le dijeron que iban con algo de afán, pero, según David, “desde ese momento en el que dijo que se iba a desviar” iba temblando y Juan, en la parte de atrás “estaba pensando en tirarse del carro”.
“Lo llama la novia, que era una trabajadora sexual, y al señor no se le ocurrió otra cosa que decir que iba acompañado por dos muchachos muy lindos. Todo el camino se la pasó hablando de cosas así de turbias, al punto de decirnos que tenía una novia de otro país y nos mostró sus partes íntimas, fue muy incomodo”, comentó.
Parecía que nada de lo que fuera a decir pudiera sorprenderlos más. Sin embargo, les dios una recomendación que, como dice David “cerró con broche de oro” su viaje del terror.
“Como le estábamos siguiendo la idea, el señor nos dijo que conocía lugares para poder mantener relaciones sexuales muy económicos (...) como nos estábamos muriendo del susto nos estábamos portando lo más heterosexual posible”.
Su recomendación es clara: no contratar servicios de transporte después de cierta hora o, en caso de no contar con alguna alternativa, hacerlo con alguien de confianza, pues, en medio de la noche y en un vehículo ajeno no hay mucho que poder hacer:
“Después de eso nos bajamos. Estábamos muy felices de llegar a la casa. Tengan mucho cuidado al momento de pedir carros y más si es en la noche. Vean que el conductor tenga buenas calificaciones, muchos viajes, no comenten sus datos personales y envíenles su ubicación a otras personas, familiares, amigos”, etc.