Presos quemaron ‘año viejo’, rumbiaron con vallenatos y hasta echaron pólvora en cárcel de Cúcuta

Una investigación está en curso para esclarecer cómo estos objetos prohibidos estuvieron presentes durante la celebración

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La celebración irregular en el
La celebración irregular en el patio 24 el 31 de diciembre desencadenó una serie de investigaciones internas - crédito captura de pantalla @tsmnoticias

La Cárcel Modelo de Cúcuta se vio envuelta en la polémica debido a un controvertido evento que tuvo lugar en su patio número 24 durante las celebraciones de Año Nuevo, el 31 de diciembre.

Un video viralizado a través de las redes sociales revela una escena que desafía los protocolos de seguridad penitenciaria. En medio de la oscuridad, reclusos se congregaron para llevar a cabo la quema de un muñeco de ‘año viejo’ sobre una silla plástica, utilizando pólvora que aparentemente ingresó de manera clandestina al recinto.

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La escena se acompaña de música vallenata y la presencia de teléfonos celulares de alta gama, elementos que, según las normativas, no deberían estar presentes en este entorno.

El director de la cárcel, Ángelo Torrado Pérez, se vio obligado a responder a la situación, explicando que el incidente tuvo lugar mientras él se encontraba de permiso. Aseguró haber tomado medidas inmediatas una vez informado del acontecimiento, ordenando una exhaustiva investigación para identificar a los responsables, tanto reclusos como personal de custodia. Además, se reveló que el hecho se llevó a cabo sin la aparente supervisión del Instituto Penitenciario y Carcelario (Inpec), generando preguntas sobre la eficacia de los controles internos.

“Hemos tomado medidas al respecto. Conocimos el video en la mañana del primero de enero y se instruyó al director encargado para que llevara a cabo todas las diligencias necesarias. Se identificaron a las personas involucradas, así como al personal de custodia que estaba de turno”, mencionó Torrado Pérez en conversaciones con La Opinión.

Oscar Dimas, funcionario de la Personería de Cúcuta, confirmó que están llevando a cabo investigaciones para corregir estos incidentes y prevenir su repetición. Se especula que algunos de los implicados podrían pertenecer a bandas delincuenciales transnacionales, lo que agrega una dimensión preocupante a la situación.

Este escándalo ha generado críticas y malestar entre la sociedad, que demanda una revisión urgente de los protocolos de seguridad en los centros de reclusión. La ausencia de pronunciamientos oficiales por parte de los directivos del Inpec ha avivado el descontento en redes sociales, donde los usuarios reclaman una mayor supervisión y control en estos entornos sensibles.

El incidente en la Cárcel Modelo de Cúcuta plantea preguntas sobre la efectividad de las medidas de seguridad implementadas en las instituciones penitenciarias y la necesidad de una comprobación integral de los protocolos para prevenir situaciones similares en el futuro.

“Adelantan las investigaciones por lo ocurrido en uno de los patios donde se presentó una quema no autorizada. Los internos salieron de sus celdas y estaban en patio”, aseguró Dimas, quien además especificó que en medio de este hecho “vergonzoso, que los tomó por sorpresa”, los reclusos no serán los únicos investigados, sino que también habrá investigaciones para los funcionarios del Inpec.

Dos hermanas asesinadas en atentado sicarial en Cúcuta

Dos mujeres, Jessika Viviana Ortiz Cáceres y Yeiris Brigith Camacho Cáceres, de 26 y 32 años, respectivamente, perdieron la vida tras recibir múltiples disparos mientras se desplazaban en un vehículo por la vía Boconó en Cúcuta, Norte de Santander, la noche del 29 de diciembre.

En las fuertes imágenes, se
En las fuertes imágenes, se puede ver a dos personas sin vida dentro del vehículo - crédito @DenunciasAntio2 / X

Jessika, alcanzada por siete tiros, falleció en el lugar del ataque, mientras que Yeiris, herida con ocho balazos, murió poco después en un centro hospitalario, según El Tiempo.

Los primeros informes indican que las víctimas salieron de su hogar en el sector La Carolina y fueron perseguidas por individuos armados. Tras seguirles por un tramo, los agresores dispararon contra el Chevrolet Sail blanco en que se transportaban las hermanas y huyeron en motocicleta.

Autoridades exploran un posible ajuste de cuentas tras identificar a Alan Otero en la investigación y un precedente de extorsión vinculado a las fallecidas. Se considera que posibles acusaciones previas por parte de Jessika Ortiz hacia Otero podrían haber motivado el asesinato, aunque esta información aún no ha sido confirmada oficialmente. También se investiga a un ciudadano venezolano relacionado con el vehículo.

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