Un insólito caso de imprudencia al volante se registró la tarde del sábado, 30 de diciembre, luego de que una familia de tres personas cayera a un lago en el municipio de Soacha, al intentar evadir el tráfico por la autopista Sur.
Padre, madre e hija se disponían a pasar las celebraciones de fin de año lejos de Bogotá, en el que, según la Terminal de Transportes sería el puente festivo con mayor congestión vehicular del 2023.
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Sin embargo, su estrategia resultó en tragedia, luego de que el camino irregular los condujera al afluente y se vieran obligados a pedir ayuda para salir, pues, las llantas quedaron hundidas.
Por suerte, la comunidad notó que permanecían atrapados y junto a agentes de Policía ayudaron a que lograran salir antes de que el vehículo fuera arrastrado.
En las imágenes, compartidas a través de redes, se ve como uno de los agentes se quitó las botas y se remangó el pantalón para poder recibir a los ocupantes y cargarlos hasta el borde del lago, sin mojar su uniforme.
El vehículo, según información obtenida por El Tiempo presentó “daños mecánicos y del sistema eléctrico debido al accidente”. Mientras, sus ocupantes, pudieron regresar a casa, tras una valoración médica positiva.
¿Qué hacer en caso de encontrarse en una situación similar?
Según el portal especializado River Guru Rescue, los primeros minutos tras la caída del vehículo son cruciales, “debido al tiempo relativamente limitado para el auto-rescate. La decisión de escapar del vehículo debe tomarse inmediatamente. Sin embargo, debido a la posición inclinada del morro en el agua y a la presión ejercida por el agua contra las puertas, así como a los daños estructurales del vehículo como resultado del choque, puede ser extremadamente difícil o imposible abrir las puertas del lado del conductor y del pasajero del vehículo para poder escapar. Por lo tanto, la única vía de escape puede ser a través de las ventanas de atrás o del maletero”.
Es un mito el de esperar para salir una vez el vehículo se hunda por completo, pues, las condiciones al interior del vehículo pueden tornarse tensas e, incluso, sus ocupantes podrían quedarse sin aire antes de poder actuar, contrario al imaginario popular o las películas:
“Existe la creencia de que cuando el vehículo desciende y se llena de agua, una vez que la presión del agua se iguala en el interior del vehículo, es fácil abrir las puertas. Esto es extremadamente peligroso y si los ocupantes retrasan su huida mientras esperan que el vehículo se llene de agua y se iguale la presión, entonces es demasiado tarde para escapar. Y, aunque todavía tuvieran aliento para intentar escapar, si hubiera daños estructurales en el marco de la puerta, las puertas podrían no abrirse”.
Se aconseja llevar a la mano alguna herramienta para quebrar el vidrio trasero y salir a tiempo. Dejarla a la mano siempre será una buena opción, pues, en caso de no encontrarla o no contar con una las consecuencias podrían ser fatales; ya que, el de romper el cristal con los apoyacabezas es un mito.
“Los estudios han demostrado que la energía eléctrica puede tanto permanecer encendida hasta 10 minutos como entrar en cortocircuito inmediatamente, haciendo inútiles los interruptores de las ventanas eléctricas. Por lo tanto, para poder escapar a través de las ventanas de las puertas del coche, los ocupantes deben ser capaces de perforar las ventanas. Las ventanillas de las puertas suelen ser de vidrio templado, por lo que usando la herramienta adecuada, el cristal se romperá fácilmente. Muchas de las herramientas disponibles en el mercado, además del punzón para romper el cristal, vienen con un corta-cabos de cinturón de seguridad integrado, que proporciona la capacidad de cortar un cinturón de seguridad si el mecanismo de liberación fallara o se atascara”, concluye River Guru Rescue.