Identifican a presunto líder campesino en Cauca sería cabecilla de la Segunda Marquetalia

En el municipio de Argelia, Cauca, la presentación de un innovador plan de sustitución de cultivos ilícitos se vio empañada por la presencia de Idelber Cruz, autodenominado líder campesino, cuya vinculación con la Segunda Marquetalia, un grupo armado disidente de las Farc, ha generado sorpresa y preocupación.

En el evento oficial, Cruz fue presentado como un “líder social del municipio de Argelia” y excombatiente, destacando la importancia de garantizar la seguridad en la región afectada por grupos ilegales que se oponen a la sustitución de cultivos. Sin embargo, la controversia estalló cuando mensajes atribuidos al Estado Mayor Central (EMC) de las Farc identificaron a Cruz como alias Caliche, supuesto cabecilla de la Segunda Marquetalia.

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“Buenos días a todas y todos, un placer estar aquí en esta tan importante reunión. Un saludo para toda la mesa, soy líder social del municipio de Argelia, excombatiente”, fueron las palabras que dijo Cruz, la primera vez que habló en la presentación del plan contra cultivos ilícitos.

La identificación de este hombre, como cabecilla de la Segunda Marquetalia, por el Estado Mayor Central fue por medio de redes sociales. De hecho, los mensajes enviados, a través de WhatsApp, instan a retener la imagen de Cruz con la gorra de Petro presidente y expresan la esperanza de que la ley revele supuestas alianzas arraigadas desde los días del General Herrera, cuestionando la inacción del gobierno actual ante esta situación.

“Frente a la participación del comandante de la Segunda Marquetalia ‘Caliche’ en este evento, simplemente les recomiendo que guarden la foto de él con la gorra de ‘Petro presidente’, esperemos que la ley cumpla su propósito y se le destapen estas alianzas que vienen de tiempo atrás, desde los días del General Herrera, y frente a las que este gobierno poco o nada ha hecho”.

Paradójicamente, en su intervención, Cruz clamó por la presencia del Gobierno nacional en Argelia, denunciando la detención del proceso de sustitución de cultivos debido a la presencia de grupos ilegales:

“Que nos dolamos de todos, que no vivamos situaciones que realmente están viviendo para la parte baja, donde tenemos que pagar impuestos hasta por un huevo. El pueblo de Argelia ha sido unido por eso estamos como estamos. Todo muy bonito, todo muy lindo, pero pensemos en la seguridad, ¿para qué canchas? ¿Para qué vías? ¿Para qué colegios? Para que los grupos armados lleguen y se los tomen, ¿cómo los tienen ya?”, expuso Cruz.

Ante estas acusaciones públicas, se espera un pronunciamiento oficial del programa de sustitución de cultivos ilícitos, esclareciendo la participación de Cruz, presuntamente también conocido como Caliche, en el evento y en el proceso mismo.

Este inesperado giro de los acontecimientos plantea interrogantes sobre la transparencia del evento y las posibles implicaciones políticas de la presencia de Cruz en el programa de sustitución de cultivos en Argelia.

El general Helder Giraldo ha instado a las Fuerzas Militares de Colombia a incrementar la vigilancia y preparación ante la amenaza continua de atentados por parte de las disidencias de las FARC, conocidas como la ‘Segunda Marquetalia’. Los ataques recientes han afectado la vía al Llano, esencial para la conexión entre Bogotá y Villavicencio, Meta.

El comandante asoció los ataques con intentos de las disidencias, dirigidas por alias Iván Márquez, de desafiar el orden constitucional y presionar al gobierno. Incidentes pasados incluyen ataques con explosivos en los peajes de Boquerón y Pipiral en Cundinamarca, y en Ocoa, Meta. Estos actos han sido atribuidos a la Segunda Marquetalia mediante panfletos y pretenden influir en la agenda política del país.

Juan Guillermo Zuluaga, gobernador del Meta, calificó los explosivos utilizados como “materiales de guerra” y no simples artefactos caseros, lo que indica un nivel de amenaza más grave. Ha solicitado al Gobierno y al Ministerio de Defensa la militarización de la vía al Llano para contrarrestar la ambición de las disidencias por controlar esta zona estratégica.