Cuál es el significado de la tradición de quemar el ‘año viejo’ en Nochevieja

Descubra el origen sobre cómo la quema del muñeco de ‘año viejo’ representa el fin de un ciclo y, también, abre la esperanza de un nuevo comienzo para el año venidero

Quemar un muñeco de año viejo representa dejar ir el año que termina y recibir un nuevo comienzo - crédito Colprensa

La tradición de fin de año de quemar el popular ‘año viejo’, un muñeco representativo relleno de materiales, como periódicos, pólvora y ropa usada, encuentra sus raíces en Ecuador a raíz de la colonización española.

Este ritual simboliza la despedida del año que termina y se suma a otros, como el recorrido con una maleta para atraer viajes, el consumo de las doce uvas a la medianoche y llevar lentejas en los bolsillos para la prosperidad.

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Odi Gonzales, profesor de estudios latinoamericanos y andinos de la Universidad de Nueva York y citado por The New York Times, señaló el origen de esta costumbre en el país andino.

El año viejo adquiere la forma de un humano y se viste a menudo con indumentaria vieja del creador o de sus parientes. La tradición se acompaña de otros rituales de Año Nuevo que buscan augurar un buen comienzo de ciclo. En cuanto a su significado histórico, parece tener antecedentes en celebraciones ancestrales, como la fiesta del fuego de la Grecia Clásica, época donde los gobernantes debían ser incinerados al finalizar sus reinados.

Eventualmente, esta práctica evolucionó hacia la incineración simbólica de representaciones de los monarcas, según Radio Nacional de Colombia.

Aunque el quemar el año viejo es un evento de significativa relevancia cultural en varios países de Latinoamérica, es particularmente destacado en las celebraciones ecuatorianas. Las festividades modernas han mantenido este ritual vivo como un símbolo de purificación y renovación para el nuevo año que entra. Los detalles exactos de cómo se ha transformado y fusionado esta tradición a lo largo de los siglos aún son materia de estudio por los historiadores y antropólogos quienes se dedican a explorar las raíces y evoluciones de las prácticas culturales de la región.

Caricaturas de líderes políticos serán quemadas en celebración del Año Viejo - crédito redes sociales/X

En resumen, mientras que en el mundo se adoptan variadas tradiciones para dar la bienvenida al nuevo año, América Latina sobresale por su empleo de los muñecos de Año Viejo, una costumbre profundamente arraigada que ofrece una lente fascinante hacia el pasado precolombino y colonial de la región, así como hacia los legados que continúan moldeando las celebraciones contemporáneas.

La tradición del año viejo en Colombia atraviesa una renovación a partir de la Ley 2224 de 2022, que impide el uso de pólvora y elementos pirotécnicos en los muñecos quemados durante la celebración del 31 de diciembre.

Estos muñecos de trapo y paja, que son incinerados a la medianoche para marcar el fin de año, simbolizan la purificación y el desprendimiento de las malas energías acumuladas durante el año.

La multa por la utilización indebida de pólvora aumentó significativamente, alcanzando una cifra máxima que puede ser equivalente hasta $300 millones en casos graves.

La creación de estos muñecos, que comúnmente representan figuras públicas de la política, el espectáculo o el deporte, forma parte de una práctica que incluye también la colocación de una botella de licor y la redacción de un “testamento”.

Este último recoge sucesos del año y recomendaciones en tono humorístico, simbolizando los “haberes” y “deberes” del año que termina. Esta parte de la festividad refleja un balance personal y colectivo del periodo que cierra, a la vez que infunde un ánimo jocoso a la celebración.

Pese a la regulación que existe sobre el uso de pólvora en los muñecos de año viejo, esta se sigue usando - crédito redes sociales/X

Es fundamental resaltar que, a pesar de la prohibición oficial sobre el empleo de pólvora en estos muñecos, la tradición se mantiene viva, permutando las técnicas empleadas para evitar sanciones que variaban anteriormente entre 2 y 20 salarios mínimos legales vigentes y que ahora han sido incrementadas, quedando en un rango entre 1 y 300 salarios mínimos. Esta medida busca salvaguardar la seguridad de los participantes y evitar incidentes que puedan afectar la integridad física.

La regulación del uso de pólvora y productos pirotécnicos persigue mitigar los riesgos asociados a su manipulación. A pesar de la estricta regulación de pólvora, la quema del año viejo sigue siendo un momento central en las festividades de fin de año, ofreciendo a los colombianos un simbólico adiós a los momentos difíciles del año que termina y la bienvenida de un nuevo año lleno de esperanzas y posibilidades.