Néstor Daniel García Colorado habló de las denuncias que se presentaron en su contra por presunto acoso sexual que lo llevaron a renunciar a su cargo en la Secretaría de Gobierno de la Alcaldía de Bogotá. Asegura que tras tres años no se han presentado denuncias formales y los organismos de control tampoco han determinado su responsabilidad en los hechos.
Las denuncias en contra de García fueron dadas a conocer por la concejal Lucía Bastidas, ambos del Partido Alianza Verde, cuando él era el director de Diálogo Social del Distrito. La cabildante señaló que una madre la contactó para contarle que el funcionario contrataba mujeres jóvenes en cargos inferiores y luego les hacía propuestas sexuales.
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A raíz de la difusión de ese testimonio, por medio de la concejal, García Colorado renunció a la Secretaría de Gobierno, según dice, sin que nadie le pidiera la renuncia. “Renuncié para romper la relación de poder y para que cualquier persona pudiera presentar la denuncia que considerara. Creí que esto se iba a aclarar en poco tiempo. Pero no fue así, tengo una maldita letra escarlata en mi frente y para toda la vida”, señaló ahora, casi tres años después.
Según García, las denuncias por acoso todavía lo persiguen a pesar de que las investigaciones en su contra no han avanzado. “Nunca se presentó denuncia alguna. Lo cual quise siempre que pasara para poder ejercer mis derechos, entre ellos el derecho a la defensa, el derecho de contradicción, el derecho a defender mi honra y mi buen nombre. El derecho a tener un juicio justo”, sostuvo.
Aunque sostiene que su intención no es presentarse como víctima, considera injusto que su reputación y buen nombre haya quedado en entredicho por la duda de que las denuncias sean reales. Sin embargo, la dirección de asuntos disciplinarios de la Alcaldía, la Personería y la Procuraduría lo han investigado.
A raíz de las denuncias, García Colorado dice que decidió abandonar su carrera política, siendo uno de los fundadores del Partido Alianza Verde del que llegó a ser secretario. Se propuso trabajar en el sector privado y no aspirar a ningún cargo público ni de elección popular, como era su proyecto de vida, porque todas las relaciones sociales y políticas se habían acabado.
“Ahí la mente juega pasadas peligrosas, pensé en acabar con mi vida, tuve esta idea por mucho tiempo y la ideación de cómo hacerlo tomó mucho protagonismo, pero no iba a ser tan hijueputa con mi hija y agregarle a sus preocupaciones tremendo dolor. Ella me salvó. No quiero hablar más sobre este tema”, señaló García.
Otras de las decisiones que tomó García Colorado fue no mencionar a las personas que lo habían denunciado, evitar posibles revictimizaciones y que fueran las autoridades las que determinaran lo ocurrido. “Desde el primer momento tuve la certeza de que no aparecería nadie”, señaló.
Sin embargo, García decidió no cumplir con el abandono de su carrera pública. Trabajó en la Gobernación de Cundinamarca y la OEI, así como recientemente asumió un cargo en la Consejería Presidencial para las Regiones, que dirige su copartidaria Sandra Ortiz.
En ese nuevo empleo público se difundió un anónimo que relataba los mismos hechos y que le generaron un ambiente laboral difícil. “Nunca me dijeron nada o me preguntaron algo, sólo dejaron de hablarme y me ignoraban”, señaló sobre sus compañeros y compañeras.
“Tres años años han sido suficientes. He decidido regresar a lo que sé hacer. Sé que puedo aportar mucho en cualquier espacio y/o escenario. No odio a nadie y para mí, para mí, sinceramente no ha pasado nada, creo rencores”, agregó García Colorado, quien afirmó que no volverá a hablar sobre el tema.