En el marco del plan de fin de año, el secretario de Seguridad de Bogotá, Óscar Heredia Gómez, anunció la adjudicación de la licitación para la implementación de cámaras inteligentes en seguridad pública en la ciudad.
Esta será la primera vez que Bogotá contará con cámaras inteligentes en seguridad pública. El proyecto incluirá la instalación de doscientas cámaras LPR, que se encargan de reconocer las placas de los vehículos que transitan por la ciudad; 210 cámaras multisensor, que reproducen una sola imagen panorámica de 360°; y una analítica forense, usado para analizar grabaciones y contrastar comportamientos, actitudes y datos específicos, como apoyo a los procesos de investigación judicial.
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La secretaría de Seguridad de Bogotá señala con respecto a las cámaras LPR que, como se ve en el video, esta es una forma de capturar a delincuentes que operan utilizando sus vehículos. “Por ejemplo, si se reporta un vehículo que presuntamente comete un delito, del cual se desconoce su placa, pero se conoce el color, se podrá realizar una búsqueda y localizar automáticamente las imágenes del implicado, teniendo en cuenta que estas cámaras no solo realizan la extracción de la información de las placas, sino que, proporcionan datos como la marca, el modelo, el color del vehículo y el sentido de circulación”, explica la entidad distrital de seguridad.
Se espera que estas herramientas generen un impacto en la seguridad de la ciudad, que ha sido uno de los puntos débiles de la alcaldesa Claudia López. Los hurtos a personas aumentaron en más del 18% en los últimos cuatro años; mientras que otros como el secuestro y los hurtos a vehículos también crecieron. En los primeros diez meses del 2023 se registraron 122.968 casos de robo a personas y 3.242 robos a vehículos, según datos de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, esto ha generado que más de la mitad de los bogotanos se sientan inseguros en la ciudad, según la más reciente encuesta de Bogotá Cómo Vamos.
El secretario de Seguridad, Gómez Heredia, enfatizó que estas cámaras inteligentes fortalecerán la reacción de las autoridades frente a los delitos, permitiendo mejorar los indicadores de seguridad en la ciudad. En estas se invertirán más de 28.000 millones de pesos.
Si bien estas herramientas tecnológicas son clave para mejorar la calidad de vida en la ciudad, lo cierto es que estas 400 representan una pequeña proporción comparado con los ocho millones de habitantes que tiene la ciudad y lo extensa que es la capital colombiana.
De hecho, en comparación con Medellín, esta podría ser una iniciativa que llega tarde a Bogotá. Para 2021, hace dos años, la capital antioqueña ya contaba con 400 cámaras LPR, otras más multisensoriales y 170 de reconocimiento facial.
Así podrá grabar en tiempo real cuando llame al 123
En esta misma línea y ad portas de que termine el 2023, la Línea 123 de Bogotá también ha implementado una nueva tecnología que permite a los ciudadanos transmitir en vivo y en tiempo real la situación de emergencia cuando acuden a solicitar ayuda. Esta herramienta facilita a los organismos de emergencia obtener datos clave para la atención y una ubicación precisa.
Entonces, cuando un ciudadano autoriza la activación de su cámara al contactar a la Línea 123, no solo puede compartir imágenes en video de la situación, sino que su ubicación precisa también se activa de inmediato. Entonces, cuando llame a la línea puede decir que necesita el link para compartir su ubicación; el operador le enviará un mensaje de texto con un enlace y al entrar a este sitio web, usted deberá aceptar y empezará a transmitir en vivo.
Este avance elimina la necesidad de mantener una conversación de al menos 30 segundos para determinar la ubicación del incidente. Desde que inició el plan piloto hace cuatro meses, más de 37.000 incidentes han sido atendidos mediante esta nueva herramienta en la Línea 123 de Bogotá.
La tecnología también incluye un “chat silencioso”, especialmente útil en situaciones como la violencia intrafamiliar. Los testigos pueden describir la situación, enviar fotos o transmitir en vivo sin levantar sospechas, brindando una herramienta valiosa para abordar casos delicados.
Al finalizar la llamada, el operador de la Línea 123 y los organismos de emergencia no pueden acceder a la cámara del teléfono ni a la ubicación del ciudadano, asegurando la confidencialidad de la información.
Este avance tecnológico ha sido implementado en otras ciudades como Tel Aviv, Nueva Orleans y Ciudad de México, demostrando su eficacia en la mejora de la respuesta a emergencias.