La incertidumbre persiste con la aproximación de la fecha límite para la concertación del aumento del salario mínimo para el 2024. Desde el 28 de noviembre, cuando se comenzaron las conversaciones, la negociación entre el Gobierno, representantes empresariales y trabajadores han enfrentado divergencias significativas con respecto a la cifra del incremento, de tal manera, que a solo horas de la fecha límite no se ha llegado a un acuerdo.
Y aunque la ministra de Trabajo en recientes declaraciones ha mostrado que es evidente un acercamiento entre los grupos de debate, de modo que para el viernes 29 pueda decidirse una cifra de aumento antes de que el Gobierno la decrete, los grupos sindicales insisten en un 18% de alza.
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Mientras las centrales obreras, entre ellas la CUT, la CTC y la CGT, proponen tal porcentaje, que establecería el salario en $1.368.800 (incluyendo el subsidio de transporte), los empresarios sugieren un ajuste más cercano a la inflación proyectada.
Para contextualizar, cabe mencionar que el Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos meses cayó un 0,3%, mientras la inflación siguió en dos dígitos, de modo que la discusión ha resultado resulta compleja.
“Este año fue muy especial”: Bruce Mac Master
Al respecto, Bruce Mac Master, presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) y recientemente electo como el nuevo líder del Consejo Gremial Nacional, manifestó que continúa la labor con el Gobierno Nacional y las Centrales de Trabajadores para alcanzar un acuerdo sobre el aumento del salario mínimo.
También destacó la importancia de llegar a un consenso que no solo se enfoque en una negociación sino en una concertación colectiva, orientada a tomar la mejor decisión para el país. El dirigente recalcó la situación económica que atravesó Colombia durante el 2023, con una contracción de la actividad económica, una inflación persistente y tasas de interés aún elevadas, que, aunque reducidas levemente por el Banco de la República, se mantienen en un 13%.
Las declaraciones, publicadas por el diario La República, así lo indicaron: ”Entendemos que este año es un año muy especial, en el cual la actividad económica ha demostrado una contracción nunca vista en muchos años, en el cual la inflación sigue alta”.
Y es que estos elementos son cruciales para determinar un adecuado ajuste del salario mínimo que respalde el poder adquisitivo de los trabajadores y propicie un entorno macroeconómico favorable para la disminución de la inflación y tasas de interés, de acuerdo con las palabras del jefe de la Andi.
El panorama del salario mínimo
Así las cosas, para Bruce Mac Master, la conversación tripartita, antes de que el Gobierno decrete, no se trata de “una negociación, sino una concertación”, una cifra “producida entre todos, en donde nos sentamos todos en beneficio general, a tratar de producir la mejor decisión posible”.
Por eso, las determinaciones deben ser operadas con mano de seda. Juan David Ballen, jefe de Estrategia de Inversión de Casa de Bolsa del grupo Aval, en diálogo con Infobae Colombia, indicó que “un aumento sin fundamento del salario mínimo podría moderar el ritmo con el que está descendiendo el IPC, a su vez dificultar el recorte de tasas del Banco de la República y, por último, afectar la creación de empleo por mayores costos laborales”.
Ahora bien, a modo de proyección, el experto en finanzas aseveró que lo ideal es pensar en todos los indicadores económicos. “En ese sentido lo más apropiado, dada la inflación esperada para el cierre de 2023 y la desaceleración que está presentando la economía, es que el aumento del salario mínimo no se aleje del 10%”.
Aspectos de la economía como la inflación y la productividad juegan un rol crucial en las negociaciones. Aún así, la decisión sobre el aumento se ve presionada por la inminente fecha límite, y la potencial necesidad de emitir un decreto para fijar el aumento ante la ausencia de un acuerdo. Esta determinación deberá considerarse entre la opción de seguir la inflación del 9,6% o añadir un incremento real que equilibre el alza del coste de vida previsto para el próximo año, que no llegue a ser o insuficiente, o mínimo.