En la mañana del martes 26 de diciembre, un trabajador hizo un llamado urgente a las autoridades, luego de que al iniciar sus labores encontrara las partes de un cuerpo humano en dos bolsas, una negra y otra verde, que fueron arrojadas en plena vía pública en el vecino municipio, al sur de Bogotá.
El macabro hallazgo del empleado de la empresa Urbaser ocurrió en la calle 41 con carrera 44 Este, en el barrio Los Robles, en un sector que se conoce como la Isla, según informaron en el periódico El Espectador.
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Agregaron que el caso quedó a cargo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) que llevó a cabo el levantamiento de los restos humanos y establecieron preliminarmente que se trataría de un hombre. Esperan, además, los resultados de los exámenes forenses correspondientes para dar con a la identidad de la víctima.
Es el segundo violento hecho que se reporta en los municipios aledaños a la capital colombiana, luego de que en la tarde del lunes 25 de diciembre, en Mosquera (Cundinamarca) fueran hallados tres hombres en predios de la finca Santa Marta, que se ubica en la vereda San Francisco, en zona rural de esa población a media hora de Bogotá.
Estas personas, que evidenciaban heridas por arma blanca, fueron identificadas por las autoridades como Jorge Elkin García Pacheco, de 40 años; Carlos Eduardo López Pineda, de 28 años; y Cristian David Cotacio Muñoz, de 20 años, informaron en la Unidad Investigativa del periódico El Tiempo.
“Desde el día sábado estaban desaparecidos y este es el momento en que los encontraron, pero aún no sabemos qué fue lo que les pasó. Vivían en este sector. Lo único que pedimos es justicia, porque es el momento en que ni siquiera nos los han dejado ver, no sabemos qué fue lo que pasó”, relató una familia de las víctima al informativo de la televisión bogotana Citynoticias.
El más joven de los tres hombres asesinados era un campesino que estudió en el colegio Roberto Velandia, y según sus allegados se desconocía que tuviera conflictos en la zona. Mientras que los primeros resultados de las investigaciones de las autoridades revelaron las actividad del muchacho en redes sociales, en la que se comunicaba con una mujer, indicaron en el diario bogotano.
Respecto al señor García Pacheco, señalaron que había trabajado en la agricultura y que poseía una panadería situada en el centro del municipio. Por su parte, de López Pineda solo se conoció que había cumplido con el servicio militar en Puerto Inírida (Guainía), destacaron en El Tiempo.
La investigación sigue en curso, mientras que, de acuerdo con los datos del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), se trataría de la masacre número 94 en este 2023 que está por concluir.
En esa ONG recordaron que la Defensoría del Pueblo había emitido una alerta temprana en octubre del 2021 y un informe de seguimiento en 2022, con la que alertaban sobre la creciente inseguridad en esa población, donde se han perpetrado homicidios selectivos, amenazas, extorsiones y otros delitos de gran impacto.
La Unidad Investigativa de El Tiempo detalló que, entre las hipótesis manejadas en torno al caso, se consideró un conflicto entre dos de las víctimas y una persona prestante en la zona. Mientras que fuentes cercanas desmintieron que se tratara de caso de la mal llamada limpieza social, como se estaba señalando en redes sociales.
Además, el informe periodístico aclaró que la finca donde las autoridades encontraron los cuerpos estaba alquilada a una persona que fue identificada como Donaldo Benítez.