General (r) Santoyo, ex jefe de seguridad de Álvaro Uribe, tendría un pie afuera de la JEP: por este motivo sería expulsado

El exalto oficial no habría cumplido con uno de los requisitos indispensables para ser cobijado por la Jurisdicción Especial de Paz, en el caso por presuntos vínculos con las Autodefensas Unidas de Colombia

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Mauricio Santoyo, general (r) de
Mauricio Santoyo, general (r) de la Policía, exjefe de Seguridad de Álvaro Uribe, podría salir de la JEP. - crédito Diego Pineda/Colprensa

La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) citó al general (r) de la Policía Nacional Mauricio Santoyo para una audiencia el 21 de marzo de 2024, con el fin de que amplíe su colaboración con la justicia transicional, debido a que las informaciones previamente suministradas al tribunal han sido calificadas de insuficientes en lo concerniente con lo que serían sus presuntos nexos con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

De acuerdo con lo que reveló Blu Radio, Santoyo, exjefe de Seguridad del expresidente Álvaro Uribe Vélez entre 2022 y 2005 y que fue condenado en Estados Unidos por vínculos con los paramilitares, busca su libertad condicional, aunque se enfrenta en la actualidad a la posibilidad de ser expulsado de la justicia transicional si no aporta datos concretos y detallados sobre las relaciones de poder que sostuvo con altos mandos de esta estructura criminal.

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El general retirado fue requerido previamente por la JEP para detallar su colaboración con esta jurisdicción, aunque los documentos entregados fueron considerados inadecuados debido a la falta de detalle. Además de su condena en Estados Unidos, el exuniformado desempeñó varios cargos de alto perfil en la Policía Nacional y ha sido asociado a casos de desaparición forzada, en señalamientos que, hasta el momento, él ha rechazado.

El general (r) Santoyo fue
El general (r) Santoyo fue jefe de Seguridad del expresidente Álvaro Uribe Vélez, durante su paso por la Casa de Nariño - crédito Lina Gasca/Colprensa

Sobre todo, en los casos de Claudia Patricia Pulgarín y Ángel José Quintero Mesa, que fueron vistos por última vez el 6 de diciembre de 2001 en Medellín (Antioquia), cuando era comandante del cuerpo de élite antiterrorista.

En su defensa, Santoyo argumentó que su aceptación de cargos se debió a una estrategia legal, sin constituir una admisión de hechos concretos relacionados con su servicio en la Policía o las Autodefensas. Esta posición ha sido cuestionada por los magistrados de la JEP, que le han reiterado la necesidad de sus aportes reveladores para esclarecer los hechos en los que está involucrado y por los que tiene un expediente abierto.

“Aun cuando las respuestas del compareciente esta vez presentan un mínimo de detalles que no se habían presentado en la primera versión de su CCCP (Compromiso Claro Concreto y Programado), lo cierto es que este relato está aún muy lejos de ser detallado y concreto. El señor Santoyo Velasco simplemente enuncia hechos aislados sin especificar circunstancias de tiempo, modo y lugar. Un ejemplo de lo anterior, es la posible cooptación de miembros de la Policía Nacional de alto rango por parte de grupos al margen de la ley”, indicó la JEP, en un pronunciamiento replicado por el citado medio de comunicación.
La Jurisdicción Especial para la
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) hizo una nueva advertencia al general (r) Mauricio Santoyo en su intención de entregar verdad - crédito Chepa Beltrán/Europa Press

¿Qué sigue para el general (r) Mauricio Santoyo?

El documento previamente entregado por Santoyo a la jurisdicción especial ha sido objeto de críticas por su carencia de especificaciones y ha despertado sospecha sobre posibles cooptaciones de miembros de alto rango de la Policía por grupos ilegales. Los magistrados subrayan la falta de lógica de procesar a alguien basado solamente en su afiliación institucional, sin tener una evidencia sustancial.

Por ello, las próximas preguntas en la audiencia se enfocarán en posibles ejecuciones extrajudiciales, la naturaleza de la vinculación de Santoyo con las AUC, los incrementos injustificados en su patrimonio y otros miembros de la Policía que potencialmente estarían conectados con paramilitarismo. Con esto, JEP reafirmó su posición de obtener claridad y veracidad en el testimonio del general (r), si no su presencia en la justicia transicional estaría seriamente comprometida.

Y es que, en su caso, exjefes paramilitares como Carlos Mario Jiménez, alias Macaco, han señalado presuntas alianzas entre las Autodefensas Unidas de Colombia, la Oficina de Envigado y oficiales de la fuerza pública durante 1998 a 2006, e implican a Santoyo en estas cooperaciones. La expectativa hacia la audiencia de aporte a la verdad es alta, toda vez que centra la esperanza de que Santoyo ahonde en información que aclare su papel en estos hechos, relevantes para la construcción de memoria en Colombia.

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