El fiscal general saliente, Francisco Barbosa, anunció resultados significativos en la lucha contra organizaciones criminales como el ELN, las disidencias de las Farc y el clan del Golfo, a pocos meses de concluir su periodo en esa entidad.
Bajo la administración del funcionario se han judicializado a más de 6.600 miembros de estos grupos en los últimos cuatro años, siendo el clan del Golfo el más afectado, con más de 1.800 cabecillas procesados, incluyendo a su líder máximo, Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel.
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De igual forma, entre los resultados destacados, la Fiscalía General de la Nación ha reportado la resolución de 777 homicidios en zonas rurales y la judicialización de 1.119 integrantes de las disidencias de las Farc. Asimismo, se ha logrado un avance significativo en la aclaración de actos terroristas, alcanzando la clarificación del 36% de los ataques, como el perpetrado contra la brigada 30 del Ejército en 2021 y otro contra un grupo del Esmad en Cali en 2022, que resultó en 13 uniformados y una persona civil herida.
Por su parte, Carlos Izquierdo, director contra organizaciones criminales, atribuyó estos logros a la implementación de “metodologías estratégicas” que han fortalecido el accionar judicial en territorio, poniendo en relieve la captura de cabecillas y desmantelando la capacidad de estos grupos para atemorizar y someter a la población civil.
Estas actuaciones de la Fiscalía bajo la administración de Francisco Barbosa representan un esfuerzo sustancial por parte del Estado en combatir la influencia y las acciones violentas de organizaciones criminales, marcando un precedente para la seguridad nacional y la aplicación de la justicia en Colombia.
El más reciente golpe a la estructura del clan del Golfo
Jacobo Rodríguez Úsuga, alias Atilio, fue detenido el 26 de diciembre por la Policía, y se le acusa de ser uno de los principales capos del clan del Golfo, presuntamente responsable del tráfico de hasta 15 toneladas de cocaína al mes hacia Estados Unidos y Europa.
La captura se produjo en el corregimiento Caracolí en Carepa (Antioquia), donde el sospechoso se disponía a asistir a eventos equinos y gallísticos. Atilio, primo de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel, estaba acompañado por su hijo menor de edad al momento de su arresto.
La operación, que fue alabada por el presidente Gustavo Petro, ha puesto al descubierto las tácticas de Atilio para el camuflaje de drogas. Según el general William Salamanca, comandante de la Policía Nacional, el detenido utilizaba documentos falsos y se presentaba como un humilde campesino.
La droga era oculta en contenedores que partían desde regiones como Urabá y la Costa, en estructuras falsas como techos y suelos de los mismos, llegando posteriormente a bodegas para su almacenamiento y envío en lanchas rápidas. Atilio se sitúa como un potencial sucesor criminal de alias Chiquito Malo y estaba bajo una recompensa de $50′000.000.
Las autoridades están enfocadas ahora en develar las redes de colaboración que permitían la contaminación de cargamentos legítimos, principalmente de frutas, afectando significativamente al sector exportador de Colombia.
La declaración de Salamanca indica el comienzo de una investigación para identificar cómplices en puertos y su metodología para el tráfico ilícito. También se especula sobre la conexión entre Atilio y actos violentos ocurridos en el municipio de Frontino, Antioquia.
Antes de la detención de Atilio, las autoridades arrestaron a Edwin Alberto Úsuga Londoño, alias Mono Cañas, el 21 de diciembre. Londoño también era miembro del clan del Golfo y se le atribuye el liderazgo del frente Edwin Román Velásquez Valle. Este último fue acusado de actos terroristas en Frontino, resultando en caídas y heridas de miembros de la Policía Nacional de Colombia.
El clan del Golfo, también conocido como el clan Úsuga o Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), es una organización criminal y armada que opera en Colombia, considerada como una de las más poderosas del país. Esta agrupación surgió tras la desmovilización de grupos paramilitares, específicamente de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), alrededor de 2006.