El ministro de Justicia lanzó advertencia al ELN: “Imposible sostener diálogos de paz con secuestros vigentes”

El ministro aseguró que no se puede exigir que todos los procesos sean iguales y menos que se siga hablando mientras siguen secuestrando

El ministro de Justicia le respondió al ELN frente a los secuestrados - crédito Ministerio de Justicia

El líder del Ejército de Liberación Nacional (ELN), Antonio García, generó polémica tras afirmar que la suspensión de los secuestros con fines económicos dependerá de la obtención de financiación. Esta declaración fue publicada en la plataforma X y se refiere a los acuerdos alcanzados en México durante las conversaciones de paz con el Gobierno Nacional.

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En respuesta a la sorpresiva declaración, el Ministro de Justicia, Néstor Osuna, intervino en la La W para aclarar el asunto. Osuna calificó la afirmación de García como “desatinada”, asegurando que “El acuerdo de terminación de los secuestros está escrito, fue convenido por ambas partes”, y subrayó que los avances en los diálogos de paz no implican financiar acciones beligerantes ni mucho menos realizar pagos para evitar los secuestros, por lo que dejo claro que es “imposible sostener diálogos de paz con secuestros vigentes”. Estas palabras apuntan a mantener la integridad del proceso de paz que se está llevando a cabo con el ELN.

Añadió que “así como los Gobiernos han ido aprendiendo a partir de procesos de paz anteriores, la sociedad también se ha vuelto más exigente”, razón por la cual permite intuir que no se pueden manejar de la misma forma todos los procesos de paz y menos si se llevan a cabo con diferentes actores armados.

Acuerdos de paz y el futuro de las negociaciones

Los diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el ELN han sido un esfuerzo prolongado por terminar con el conflicto y avanzar hacia una estabilidad duradera en la nación. Los detalles específicos de estos acuerdos y la manera cómo se llevarán adelante las negociaciones podrían verse afectados por esta clase de declaraciones. Sin embargo, el Gobierno reafirma su compromiso con un proceso de paz que tiene como premisa no conceder a demandas que perpetúen la violencia o la criminalidad.

El jefe negociador del ELN aseguró que no frenaran los secuestros hasta que tengan financiación - crédito Miguel Gutiérrez/EFE

La actual fase de negociaciones, que se lleva a cabo en diferentes sedes incluyendo México, es crucial para determinar el cese al fuego y otros términos que contribuyan a la pacificación. Observadores nacionales e internacionales esperan que de estas conversaciones surjan resultados concretos que conduzcan al fin del último conflicto armado activo del continente americano.

La resistencia a negociaciones de paz en el marco de secuestros es cada vez más fuerte entre los ciudadanos colombianos En un contexto donde la sociedad demanda una postura más firme, los llamados al Ejército de Liberación Nacional (ELN) a comprender la inviabilidad política y moral de mantener diálogos de paz mientras continúan las acciones de secuestro resuenan con fuerza. A su vez, se subraya la importancia de que todos los secuestrados sean liberados sin demoras para que el país pueda encaminarse por una ruta positiva.

Este cambio en el sentir de la sociedad colombiana, que difiere considerablemente de épocas anteriores de conflicto, evidencia que las experiencias previas en procesos de paz han generado una evolución en las expectativas. La tolerancia hacia las dinámicas de diálogo en medio de agresiones y delitos como el secuestro es cada vez menor. La fuente señaló: “Es imposible, política y moralmente, sostener diálogos de paz con secuestros vigentes, el ELN tiene que entender eso, Colombia no soportará ver a un grupo dialogando y a la vez secuestrando”.

El tema más polémico dentro del dialogo son los secuestros como fuente de financiación - crédito Europa Press

La liberación de los secuestrados aparece así no solo como una exigencia moral y política, sino como un prerrequisito esencial para cualquier tipo de avance en los diálogos de paz. La insistencia en este punto refleja una presión significativa hacia el ELN para que modifique sus estrategias y enfoque si desea participar en negociaciones legítimas. En último término, se apunta a una recuperación del rumbo nacional, condicionada a la acción inmediata de resolver la situación de los secuestrados.