A través de un operativo en Cali, la Policía Metropolitana, Mecal, confirmó el martes 26 de noviembre la aprehensión de una mujer conocida bajo el alias de Paula, acusada de realizar una serie de robos a través del uso de escopolamina o medicamentos psiquiátricos para ponerlos en estado de indefensión
La detenida, señalada de haber sustraído aproximadamente mil millones de pesos (alrededor de 260,000 dólares) usando dicha sustancia, mayormente a extranjeros, fue capturada en el barrio Ciudad Meléndez de la comuna 17.
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Durante la captura se incautaron múltiples objetos como 76 tarjetas de crédito y débito de diferentes entidades bancarias, la cédula de ciudadanía falsa que utilizaba, 11 cédulas más de colombianos; 14 documentos originales de ciudadanos extranjeros, como licencias de conducción, carnets de salud y pasaportes, 23 celulares, tres computadores, una tablet, 20 relojes de diferentes gamas, entre ellos un Rolex, 24 cartuchos para armas traumáticas, cinco cartuchos de calibre 22.
Con base en lo informado por las autoridades, alias Paula empleaba una plataforma de citas como Tinder para acercarse a sus víctimas, quienes por lo general eran ciudadanos extranjeros o adultos mayores de 60 años con cierto perfil económico, y tras drogarlos, accedía a sus dispositivos móviles para realizar transacciones fraudulentas y vaciar sus cuentas bancarias.
Por su parte, el brigadier general José Daniel Gualdrón, comandante de la Policía de Cali, explicó que se realizó un minucioso seguimiento de inteligencia que se extendió por más de seis meses hasta su captura para asociar diversos reportes de víctimas y dar con el paradero de Paula.
“Este seguimiento que se hizo fue a través de un trabajo muy fuerte de nuestros investigadores de tratar se asociar una serie de denuncias con características y el seudónimo alias Paula en estas denuncias. Esto nos conllevó a hacer una correlación y asociarlas todas para así poder llegar a ella”, indicó el oficial.
Un error en una transacción, donde registró su nombre real, fue clave para su localización. “Dentro de una actividad delictiva que desarrolló, registró su verdadero nombre y allí nuestros investigadores trabajaron esa línea y nos fuimos con la Fiscalía para sacar la orden de captura”, declaró Gualdrón.
Tras hacer un perfil de la víctima, concretaba citas en hoteles, moteles e, incluso, casas. Allí sometía a sus víctimas “utilizando medicamentos que utilizan para tratamientos psiquiátricos” o escopolamina y así hurtar sus cuentas bancarias, tarjetas y demás pertenencias de valor, indicó el comandante.
La señalada delincuente está imputada por delitos como hurto calificado y agravado, falsedad ideológica en documento público, tráfico, fabricación y porte de armas de fuego y lesiones personales, entre otros.
Con un historial que incluye 25 anotaciones en el Sistema Penal Oral Acusatorio, de la Fiscalía por hurto calificado entre 2009 y 2023, abuso de confianza (2013), tentativa de homicidio (2015), estafa (de 2020 a 2023) y una sentencia condenatoria de prisión intramural desde marzo de 2021 a febrero 2023, se presume que Paula planeaba continuar sus actividades delictivas durante la Feria de Cali, evento que atrae a miles de turistas.
“Ella venía enfilada con una serie de citas para esta Feria, venía con sus cómplices a dañar a los extranjeros que de pronto cayeran en sus citas para poderlos hurtar”, indicó el comandante Gualdrón.
¿Qué es la escopolamina y cómo se utiliza en los delitos?
De acuerdo con la Universidad CES, la escopolamina, también conocida como burundanga o hyoscine, es un alcaloide derivado de plantas de la familia Solanaceae, como la Brugmansia y la Datura. Esta sustancia tiene efectos anticolinérgicos, lo que significa que interfiere con la transmisión de ciertos impulsos nerviosos.
En medicina, la escopolamina se prescribe para tratar náuseas, vómitos y mareos asociados con el movimiento, así como para ayudar en ciertos procedimientos diagnósticos o terapéuticos que requieren disminuir las secreciones estomacales.
Sin embargo, su uso ilícito en la comisión de delitos es motivo de preocupación. En dosis elevadas y cuando se administra sin conocimiento o consentimiento de la víctima, puede provocar desorientación, somnolencia, alucinaciones, y en casos graves, coma o muerte. Los delincuentes suelen emplear la escopolamina con el fin de desinhibir o incapacitar a sus víctimas para cometer robos, secuestros, abusos sexuales y otros delitos.