En un acontecimiento significativo, el presidente Gustavo Petro celebró el último día de la novena de aguinaldos desde la Casa de Nariño, en compañía de habitantes de calle y funcionarios del Gobierno. En una iniciativa que destaca por su carácter inclusivo, el mandatario decidió compartir este momento crucial con aquellos que a menudo son marginados en la sociedad.
Durante esta celebración, el presidente Petro programó un almuerzo especial en la casa presidencial, donde compartió momentos y reflexiones con habitantes de la calle de Bogotá. Este gesto buscó romper barreras y fomentar la integración social, al tiempo que subraya la importancia de la empatía y la solidaridad en la gestión gubernamental.
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El evento, repleto de música y presentaciones artísticas de danza, contó con la participación de destacadas personalidades, entre ellas el párroco del Voto Nacional, Darío Echeverry, y el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo. Ambos compartieron reflexiones sobre las festividades navideñas y leyeron partes del rezo de la última novena, contribuyendo así a la solemnidad del encuentro.
Además, el presidente Gustavo Petro, acompañado de su hija menor, Antonella, también se sumó a la celebración, dirigiendo unas palabras significativas a los presentes.
El párroco del Voto Nacional compartió sus pensamientos sobre el significado de la Navidad y la importancia de la solidaridad en estas fechas. Sus palabras, imbuidas de un tono reflexivo, resonaron en el auditorio y añadieron un componente espiritual al evento.
A su vez, el ministro Guillermo Jaramillo, centró su intervención en la lectura del rezo de la novena.
La presencia del presidente Gustavo Petro y su hija añadió un matiz familiar al evento, lo que destacó la importancia de compartir estos momentos festivos con seres queridos. El presidente, en su discurso, no dudó en dirigirse especialmente a los habitantes de la calle y exhabitantes que se encontraban presentes, reconociendo su importancia en la construcción del país.
Las palabras del mandatario en el último día de novena
Gustavo Petro enfatizó la idea de que el territorio, la ciudad, el campo y el país en su conjunto deben ser construidos por su propia gente y con sus ideas. En un tono que reflejaba su compromiso con los principios democráticos, el presidente expresó que la verdadera dueña del país es su gente. Todas las instituciones, según Petro, tienen la única misión de servir a la población.
El mandatario subrayó la simbología del evento, describiéndolo como un acto representativo en el que las personas más golpeadas en Bogotá tienen la oportunidad de ingresar a un centro de poder, disfrutar de una cena, escuchar música y comprender que todo eso es suyo, es propiedad del pueblo.
Petro hizo hincapié en la importancia de este gesto simbólico, resaltando que no es simplemente un acto protocolar, sino una manifestación tangible de la inclusión y participación de todos los ciudadanos en los espacios de decisión.
“El territorio, la ciudad, el campo o el país debe ser construido por su propia gente y con sus ideas, si hablamos de democracia, es la gente la propietaria de este país, todas estas instituciones no tienen otra cosa más que servirles a todos ustedes, por eso este acto es simbólico, que las personas más golpeadas en Bogotá puedan entrar a recibir una cena, esto es propiedad de ustedes”, dijo el presidente Petro.
“Este acto simbólico no es más que un símbolo, aquel por el que, quizás, las personas más golpeadas en la ciudad de Bogotá puedan llegar a este centro de poder, tomarse una cena, escuchar música y saber que esto es propiedad de ustedes; esto es propiedad de ustedes”, concluyó Petro.