Autoridades decomisaron más de 50 aves “silvestres” raptadas en una vivienda de Bogotá

Los alados fueron llevados al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre para su manejo adecuado, cuarentena y recuperación

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Aves silvestres decomisadas en Bogotá - crédito Colprensa
Aves silvestres decomisadas en Bogotá - crédito Colprensa

Las autoridades decomisaron un grupo de aves silvestres en Bogotá, las cuales se habrían encontrado en precario estado sanitario y fueron rescatadas por las autoridades en una operación, tras una denuncia anónima.

Según los reportes oficiales, el operativo fue desarrollado por funcionarios de la Secretaría de Ambiente y miembros de la Policía Nacional, quienes encontraron aves como semilleros y canarios costeños, especies protegidas de fauna silvestre.

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Las aves, al parecer habrían sido raptadas en el municipio de Gachetá, Cundinamarca, y eran mantenidas en jaulas en la vivienda del sujeto que admitió ser su propietario. Según los especialistas de la Secretaría de Ambiente, las condiciones de las aves eran lamentables: aparentemente estaban encajonadas, con signos de estrés como desgaste de plumas, y con sobrecrecimiento de garras y picos.

Ejemplar de ave silvestre cautivada - crédito Colprensa
Ejemplar de ave silvestre cautivada - crédito Colprensa

Como consecuencia, según la información que publicó el medio de comunicación El Colombiano, los ejemplares recuperados han sido trasladados al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre para respectiva recuperación.

El acto, catalogado como un delito contra la naturaleza y le medio ambiente, habría estado a cargo de un individuo cuya identidad no ha sido revelada. De esa manera, el responsable de tener en cautiverio ilegal estas aves tendría que encarar cargos conforme a la Ley 1333 de 2009 que sanciona este tipo de actividades delictivas ambientales.

Al respecto la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, advirtió sobre el tráfico de vida silvestre: “Es un crimen venderlo y comprarlo”, como informó el mencionado portal informativo. De este modo, también instó a la ciudadanía a no adquirir animales silvestres, bajo el argumento de que realizar transacciones económicas para cautivar a estos especímenes, vivos o muertos, es un delito.

Sus palabras textuales advirtieron que “hay que evitar traficar cualquier espécimen de vida silvestre, vivo o muerto, ni carne de iguana, tortuga, pero tampoco vayan a caer en la trampa de esas ventas de animales vivos que hay en las carreteras, en las que en ocasiones uno podrá creer que el animal estará mejor con uno en la casa que en sus ecosistemas. Es un crimen venderlo y comprarlo”.

Además, llamó a adoptar prácticas sostenibles y proteger la flora y fauna, especialmente en épocas festivas, de acuerdo con las declaraciones de la jefa de la entidad.

En este contexto, las autoridades recalcaron la importancia de denunciar este tipo de actividades ilícitas y colaborar en la conservación de los ecosistemas naturales de la región. Con acciones como esta, reafirman su compromiso con el medio ambiente y la biodiversidad de Colombia, según lo que indicó la Policía Nacional frente a este reprochable caso.

El Establecimiento Público Ambiental (EPA) liberó 220 ejemplares silvestres en Cartagena

El Establecimiento Público Ambiental (EPA) de Cartagena, el 21 de diciembre de 2023 liberó un total de 220 animales nativos en una reserva natural ubicada al norte de la ciudad.

En la acción de conservación, que se inscribe dentro de la lucha contra el tráfico ilegal de especies, se incluyó la reintroducción de 100 hicoteas y 120 tortugas morrocoyas. Así, los ejemplares fueron evaluados por especialistas de la entidad favorecedora de la conservación del medio ambiente, para asegurar su adaptación al hábitat natural.

La liberación de estas especies contó con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) y formó parte de un acuerdo con dicha entidad enfocado en la recuperación de fauna afectada por el comercio ilegal, en medio de una estrategia para mitigar los efectos adversos de estas prácticas delictivas en los ecosistemas naturales de Colombia.

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