Colombia está en franca desaceleración económica. Así lo dan por hecho los resultados del crecimiento económico del país en los últimos tres trimestres.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el primer trimestre del año (enero - febrero - marzo), el país creció un 3%. Luego, en el segundo trimestre (abril - mayo - junio) el crecimiento cayó un 1% y se ubicó entre los más bajos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). Y en el tercer trimestre (julio - agosto - septiembre) este se contrajo un 0,3%.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Los números hablan por sí solos y muestran que el país no anda bien y a futuro no hay un panorama claro. Sin embargo, el Banco de la República espera que el país crezca un 1,2% y no 0,9%, como había dicho en julio del 2023.
Tras la última cifra, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, advirtió que en el país existe el riesgo de que haya recesión económica, que significaría un periodo extendido de declive en la actividad económica, que afecta la producción, las inversiones, y el empleo, entre otros factores.
No obstante, el mismo presidente Gustavo Petro desmintió al ministro Bonilla y en una publicación en X (antes Twitter) dijo que “en la narrativa mediática hablan del derrumbe económico, de recesión, etc.” y que “eso no es cierto”. Para probarlo adjuntó una gráfica advirtiendo: “Este es el comportamiento económico del país desde el 2019 hasta la fecha”.
En la imagen, que es una tabla del Dane, según Petro, el PIB durante el tercer trimestre del 2021 estuvo en 103,6. Luego, llegó a 111,2 en el tercer trimestre de 2022 y en igual periodo de 2023 se ubicó en 110,9. Esto, tras iniciar el primer trimestre del 2021, en 101,0.
Al respecto, la economista e historiadora María del Pilar López Uribe explicó que los niveles que muestra de 110,9 en el tercer trimestre del 2023 y de 111,2 en el mismo periodo de 2022, significan cambios negativos, ya que significa una contracción de -0,3.
Por supuesto, esto generó múltiples de reacciones. El exministro de Hacienda José Manuel Restrepo detalló que en Colombia el PIB en 2023 está cayendo y no hay crecimiento, sino decrecimiento en el último trimestre.
Además, que “esto nos pone al borde de una recesión, con sus impactos negativos en empleo e ingresos”.
Recesión, sin definición exacta
Tras lo sucedido, expertos consultados por Infobae Colombia aclararon la situación que vive la economía del país.
El director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, Camilo Pérez, dijo que el ministro Ricardo Bonilla tiene una imprecisión. Esto, debido a que, normalmente, no hay una definición exacta de qué es una recesión.
Como ejemplo, dijo que en Estados Unidos esa marcación de fechas la define un comité de economistas.
“Normalmente, hay una definición tácita entre los economistas de lo que es una recesión. Esa definición es una caída en el crecimiento trimestral durante dos periodos consecutivos. Si uno revisa en el caso de Colombia, no parece ser, porque lo que cayó en el tercer trimestre fue el crecimiento anual y no el trimestral”, explicó.
Aclaró que cuando se compara el tercer trimestre del 2023 contra el tercer trimestre del 2022 (crecimiento del 7%) sí se da una caída.
Ante esto, Pérez insistió en que el ministro Bonilla se equivoca al decir que habrá una recesión, pensando en que el último trimestre de este año puede caer frente al anterior.
“Para el 2024, sí hay un riesgo de recesión en la medida en que la economía siga debilitándose y hay múltiples desafíos, tanto a nivel local como global”, enfatizó el director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá.
Confusión del ministro Ricardo Bonilla
Por su parte, el profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario Henry Amorocho, aseguró que el crecimiento económico para finales de este año y para 2024 tiene una connotación especial.
En primer lugar, dejó claro que, quizás, el ministro Ricardo Bonilla, en su declaración a cerca de que Colombia está próxima a una recesión, quiso haber dado a entender que si se presenta otro trimestre negativo, además del que ya se presentó en una contracción de 0,3%, como fue lo que ocurrió en el tercer en el tercer trimestre de este año, se podría llegar a una recesión económica desde el punto de vista técnico.
Así las cosas, explicó que dos semestres negativos generarían recesión económica. Sin embargo, para que suceda lo segundo, que es que el último trimestre del año sea negativo, hay una distancia muy grande.
“Quizás, eso fue lo que omitió el ministro decir y, solamente, se quedó en la mitad del camino de advertir que si ocurría otro trimestre negativo, de pronto, estábamos cerca de una recesión. Sin embargo, de acuerdo con las cifras de comportamiento de la economía, octubre ya, al parecer, va a tener un comportamiento positivo muy bajo, pero lo va a tener”, precisó.
Desde luego, anotó que noviembre y diciembre son meses que por su condición llegan con bastante fortaleza, porque reciben impactos positivos de muchas vertientes. Una es el sector comercio, que no le ha ido bien este año, porque sus ventas disminuyeron. En el último mes, habían disminuido cerca del 9%.
Están buscando estrategias para generar promociones y acercamiento de la demanda con respecto a unos menores precios en noviembre para, básicamente, cogerse parte de la venta de diciembre por anticipado.
“Hay muchas estrategias. La más conocida fue el Black Friday. Igualmente, diciembre llegó con fortaleza, porque además de que el Estado está rezagado a un en el gasto público de inversión, la verdad es que si subió su ejecución desde la última vez que se reportó datos que fue en septiembre. En ese mes se reportó que la ejecución de la inversión pública era del 54%, pero en octubre se reportó una del 70%”, indicó.
Remarcó que se espera que en noviembre y diciembre den también un margen de un crecimiento de la inversión de entre el 10% y el 15% que de alguna manera están dinamizando la economía, pero no con la fortaleza que se pensaban.
Amorocho lamentó que pese a que el Gobierno pudo hacer más con la política contracíclica para detener el impacto de la inversión negativa que llevaba el sector privado en este año de -8.3% en el primer trimestre, de -24.6% en el segundo trimestre y de -34.6% en el primer tercer trimestre, no tuvo el comportamiento que se esperaba.
Remesas, clave
De igual forma, el economista manifestó que se tendrá un rezago en la inversión pública en, aproximadamente, $15 billones, que es casi un punto del PIB, pese a que al comercio va a estar reactivado y que vienen otras fuentes que van a reactivarlo, como las remesas que llegan con un comportamiento histórico e interesante al final de diciembre.
Y es que, según el Banco de la República, podrían llegar USD10.000 millones en remesas, lo que, desde luego, produce una muy buena entrada de divisas que va a garantizar que la tasa de cambio esté más barata y que sea muy positivo para las compras y para movilizar el comercio también.
También, con esa entrada grande de dólares por remesas, se revitalizan sectores de la economía muy importantes, pero también algo que va a dinamizar la economía final de año es el comportamiento de la inversión extranjera que, de acuerdo el Emisor, podría tener un comportamiento cercano a los USD14.500 millones.