La cifra a la baja que sacó la cara en la administración de Daniel Quintero en Medellín: conozca todos los detalles

Termina el 2023 y muchos son los alcaldes y gobernadores salientes que pasan al tablero para ser evaluados en su desempeño como administradores de las ciudades, municipios y departamentos durante el cuatrienio en el que estuvieron en los cargos. Colombia, a partir del 1 de enero de 2024, tendrá nuevas caras que entrarán a ser controladas por veedurías, concejos municipales y asambleas departamentales.

Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia, tuvo uno de los mandatarios más polémicos y que generó más noticias durante el periodo 2020-2023. Daniel Quintero, a fin al Gobierno del Cambio y a las políticas del presidente de la República, Gustavo Petro, si bien renunció antes de cumplir los cuatro años para unirse a la perdedora campaña de Juan Carlos Upegui a la Alcaldía de la ciudad de la eterna primavera, donde salió vencedor Federico Gutiérrez, su gestión sí tiene muchas cosas buenas y malas por las que puede ser calificada.

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El portal de análisis La Silla Vacía hizo un estudio exhaustivo donde calificó los logros del político rebelde, quien salió con una desaprobación del 74%, donde también puso en evidencia sus programas, planes e indicadores en los cuales no pasó la prueba y se rajó.

Según el medio de comunicación, la ciudad de Medellín registró una notable disminución de homicidios, pasando de 509 casos en 2019 a 302 en 2023, reporta información de la Policía con corte a octubre de cada año, lo que representa una caída del 40. Aunque las cifras del secretario de Seguridad revelan una reducción del 37%, Medellín mantiene el mayor descenso entre las principales ciudades colombianas, esperando cerrar el año con una tasa de 14 homicidios por cada 100.000 habitantes.

Durante la gestión de Quintero, agregó el portal, Medellín experimentó una significativa recuperación económica post-pandemia, con una disminución del desempleo del 29,5% respecto a 2019, alcanzando la tasa más baja de su historia con un 8,6%.

Este descenso se reflejó especialmente en la inclusión laboral de mujeres y jóvenes. A pesar de un leve incremento del 2% en la pobreza monetaria, la ciudad mantuvo estabilidad en comparación con otras ciudades principales. El sector turístico jugó un papel crucial en esta reactivación, con un aumento del 49% en la llegada de turistas extranjeros en 2022 y un 77% en la ocupación hotelera.

La administración de Quintero se comprometió a transformar la ciudad en un valle del software, inaugurando 10 de los 21 centros de tecnología e innovación prometidos a pesar de enfrentar una crisis de contratación que afectó su operatividad. Además, se realizó la distribución de 130 mil computadores a estudiantes de colegios públicos, aunque la iniciativa presentó problemas debido a confusiones sobre la naturaleza del préstamo de los equipos y retrasos en la entrega derivados de inconvenientes con el contratista.

En su extenso análisis, La Silla Vacía recordó que la gestión de Quintero estuvo marcada por varios escándalos de supuesta corrupción, destacándose el caso Buen Comienzo y contrataciones cuestionadas.

Alexandra Agudelo, exsecretaria de Educación, fue imputada y sancionada por la Procuraduría debido a irregularidades en la contratación de programas infantiles y el Plan de Alimentación Escolar con una empresa no idónea. Además, la contratación en el canal local Telemedellín y en el Departamento de Gestión del Riesgo de Desastres también fue objeto de investigaciones, con señalamientos de un posible “cartel de la contratación” que manejó millonarios recursos.

Finalmente, Quintero enfrentó críticas por su participación en política y el uso de la Alcaldía como plataforma para ello, además de una administración que mostró fisuras en la relación con el Concejo, el gobernador, los gremios y los sectores privados. Problemas en la gestión de EPM y la influencia de su círculo cercano, incluyendo a su esposa Diana Osorio y sus enfrentamientos legales en torno a Hidroituango, también pesaron negativamente en su imagen pública, concluyó La Silla Vacía.