En un atardecer que prometía ser tranquilo, la autopista Internacional, en Cúcuta, se convirtió en el escenario de un intento de secuestro que fue hábilmente frustrado gracias a la intervención de ciudadanos valientes y las fuerzas del orden.
Richard Jairo Molina Peña, Walter Bautista Zuluaga y José Manuel Rodríguez Fernández, a bordo de un Chevrolet Optra con placas venezolanas, se vieron sorprendidos cuando su vehículo presentó una falla inoportuna en medio de su oscuro cometido: retener a un hombre para exigirle dinero.
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Así ocurrieron los hechos, según el medio La Opinión: la víctima, un hombre de 35 años dedicado al cambio de divisas, experimentó momentos de terror a las 5:15 de la tarde del 20 de diciembre. Mientras circulaba cerca del Templo Histórico, su vehículo fue embestido por otro, desencadenando una serie de eventos que cambiarían el curso de la tarde.
Dos individuos, saliendo apresuradamente del Chevrolet Optra accidentado, abordaron a la víctima, uno de ellos portando un arma. La obligaron a subir al vehículo tras intimidarla, desencadenando la alarma entre aquellos que fueron testigos del acto.
Varios testigos, actores cruciales en este drama urbano, fueron quienes alertaron a la Policía Metropolitana,lo que permitió una respuesta inmediata y coordinada.
El ‘plan candado’ se activó para evitar el secuestro, en una acción parecida a la de unos días antes, cuando la Policía también impidió otro presunto secuestro. La semana anterior, un agricultor de 72 años fue interceptado, pero las fuerzas del orden lograron evitar la tragedia en la vía Cúcuta–San Faustino.
La búsqueda del vehículo blanco, el Chevrolet Optra, indicado por testigos, llevó a la policía hasta el sector de La Primavera, con sus múltiples conjuntos residenciales. En medio de la tensión, una patrulla policial divisó el automóvil señalado. Al acercarse, los sospechosos, conscientes de la presión policial, intentaron huir, pero el carro se les apagó, dejándolos a merced de la autoridad.
Los uniformados rodearon el vehículo, desenfundaron sus armas y ordenaron a los ocupantes que descendieran. Fue en ese instante que fueron detenidos Molina Peña, Bautista Zuluaga y Rodríguez Fernández, y se les encontró un arma.
Una fuente presencial relató para La Opinión cómo tras el arresto, la víctima, aún aturdida por la experiencia, se refugió en la garita de vigilancia de un conjunto residencial cercano. El trauma del incidente se reflejaba en sus ojos, mientras intentaba asimilar la abrupta vuelta de los acontecimientos.
Los detenidos, enfrentando cargos graves de secuestro extorsivo y porte ilegal de armas, fueron entregados a la Fiscalía. El 22 de diciembre los acusados, presuntamente, comparecían ante un juez que deberá determinar su situación jurídica.
Entre tanto, El Ministerio de Defensa de Colombia registró un alarmante incremento del 72% en casos de secuestro durante el año 2023, con un total de 286 víctimas, en comparación con el año anterior.
En una reunión encabezada por el viceministro para las Políticas de Defensa y Seguridad, Alberto Lara, y otros altos funcionarios del sector, se destacó el aumento de los secuestros extorsivos en un 81%, representando 190 casos. El mes de octubre fue el período con mayor incidencia de este delito, y hasta la fecha, han sido realizados 75 rescates de secuestrados.
En cuanto a los esfuerzos de seguridad ciudadana, el informe del Ministerio reveló una disminución significativa en los índices de homicidios, con una notable baja en las zonas afectadas por el conflicto armado, registrando descensos hasta del 57% en algunas regiones.
Esta tendencia a la baja también se refleja en los feminicidios, que disminuyeron un 11%, y en los delitos sexuales, con una reducción del 16%. Estas cifras indican que ha habido más de 4.000 víctimas menos de este tipo de delitos en comparación con 2022. Además, se han efectuado más de 600 capturas relacionadas con secuestros, aplicando medida de aseguramiento al 90% de los detenidos.