El día que a Diomedes Diaz lo pusieron a cantar música house

En 1995, algunas canciones de “El Cacique de la Junta” fueron elegidas para un álbum de remezclas orientadas a la pista de baile

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Publicado a finales de 1995, "Diomedes Dance Mix" representó una curiosa incursión de Diomedes Diaz en la música house, a través de una serie de remezclas a varios de sus grandes éxitos - crédito Colprensa y Sony Music
Publicado a finales de 1995, "Diomedes Dance Mix" representó una curiosa incursión de Diomedes Diaz en la música house, a través de una serie de remezclas a varios de sus grandes éxitos - crédito Colprensa y Sony Music

Por derecho propio, Diomedes Diaz es un ícono de la cultura colombiana. Considerando la gran cantidad de canciones que siguen sonando en la radio o en las plataformas digitales, sus excentricidades o los escándalos que protagonizó en su vida privada, El Cacique de La Junta se mantiene atemporal.

A diez años de su fallecimiento, todavía los números de lotería lo toman como punto de referencia, se cuentan historias de toda clase sobre su vida profesional y personal, e inspira experimentos de lo más raros en la música. En internet más de una vez han circulado versiones de sus temas en las que se reemplaza el vallenato con sintetizadores (concretamente en la modalidad conocida como synthwave), y hasta los avances en la inteligencia artificial han permitido que esta herramienta tome su voz para interpretar canciones de Feid a su manera.

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Pero incluso antes de que se exploraran estas posibilidades por parte del ciudadano común y confirmaran la profundidad de su legado en la cultura colombiana, el cantante vallenato se podía preciar de ser un pionero, incluso sin intervenir de forma directa en una de las producciones más raras de su amplio catálogo discográfico.

A mediados de los años 90 el furor de la música house a nivel mundial era evidente. Incluso cuando esta se diversificaba por cuenta de una gran cantidad de productores que se atrevieron a probar sus límites hasta distanciarse de sus raíces, su forma elemental se mantenía como un estilo fijo en las discotecas de todo el mundo. Paralelamente, se desarrolló una tendencia dentro de la industria discográfica en la cual cada artista, sin importar su género (siempre que fuese un éxito en ventas) publicara un álbum de remezclas (o remixes) orientado a la pista de baile.

Desde Madonna hasta Soda Stereo, prácticamente no hubo nadie que faltara a la moda del house, y sobre todo de las remezclas. En Colombia, en parte porque el gusto de los colombianos se centraba principalmente en el chucu chucu y la salsa a la hora de bailar, a este género le llevó más tiempo trascender las discotecas de las principales ciudades del país, más actualizadas en lo que se refiere a las tendencias del pop anglo.

Por fortuna, el crecimiento de la industria musical en el país (en parte impulsado por el impulso a las importaciones que daba la Apertura Económica de César Gaviria) iba generando preguntas del tipo: “¿Y qué pasaría si a Diomedes Diaz lo pusiéramos a sonar como los Pet Shop Boys?”.

En 1995, El papá de los pollitos estaba en la cima de su popularidad y no parecía que la fuera a dejar en el corto plazo. Cada disco que publicó durante la primera mitad de la década fue un éxito rotundo (Título de amor de 1993 fue, de hecho, el larga duración con más ventas de toda su carrera), y ni siquiera la muerte de su acordeonista, Juancho Rois, en 1994 frenó su avance. El 26 de mayo de 1995, el día de su cumpleaños número 38, se publicó Un canto celestial (ahora con Iván Zuleta como su nuevo acompañante en el acordeón) que nuevamente lo puso a sonar en todo el país.

Luis Fernando Ochoa, reconocido por su trabajo como productor de Shakira en sus inicios, fue el responsable de dar forma a "Diomedes Dance Mix" - crédito @lfochoa/Instagram
Luis Fernando Ochoa, reconocido por su trabajo como productor de Shakira en sus inicios, fue el responsable de dar forma a "Diomedes Dance Mix" - crédito @lfochoa/Instagram

En las producciones de ese tiempo se hacían evidentes las nuevas posibilidades que brindaba la tecnología de los estudios de grabación, incorporando elementos más allá de los tradicionales en el vallenato. No era inusual para Diomedes en ese tiempo jugar con la reverberación del estudio para que el sonido fuese más nítido. Y en Sony Music, encargada de la distribución de sus discos, sintieron que Diomedes era el apropiado para experimentar con las remezclas en el país, a la manera de lo que sucedía con las grandes figuras del pop en ese momento.

Según recordó Vice Colombia en 2016, la idea provino de Luis Fernando Ochoa, antiguo miembro de la agrupación de rock progresivo colombiana Nash y por esos días el productor de confianza de Shakira. Gracias a su gestión y la influencia de un gigante como Sony, se hizo el mismo procedimiento que ya había funcionado con tantas figuras angloparlantes. En diciembre de 1995, El Tiempo reveló los detalles detrás de este singular proyecto:

“Durante más de 20 años, Diomedes Díaz se consagró como el Rey del Vallenato en Colombia, pero ahora la disquera Sony quiere internacionalizarlo. Para eso envió diez de sus viejos clásicos a los mejores discjockeys de Los Angeles, Chicago, Miami, Nueva York y Río de Janeiro para que hicieran algo novedoso. El resultado: Diomedes Dance Mix, una combinación muy particular del vallenato con la música moderna y que será lanzada la próxima semana en ocho países”

Publicado para las Navidades de 1995, Diomedes Dance Mix no pasó de ser un producto de su época y una rareza que todavía hoy suena como un mito. Probablemente en Colombia ya se sabía cómo sonaba Diomedes y no se necesitaba una reinterpretación de lo que los seguidores del Cacique ya consideraban perfecto.

En la nota de Vice se menciona que hubo productores de Estados Unidos, Brasil y Colombia involucrados en el proyecto. Pero más allá de que el resultado no fue el más fino, era una idea que tenía sentido. Además de que el propio Diomedes estaba incorporando cosas nuevas en la grabación de sus discos, el año anterior ya había alcanzado popularidad El Santo Cachón, el clásico de Los Embajadores Vallenatos, que ya entonces mezclaba vallenato con cajas de ritmos.

Pero el gran antecedente se encuentra con Carlos Vives, que rompió los moldes con Clásicos de la Provincia. Eso tal vez explique por qué una de las canciones elegidas para remezclar en Diomedes Dance Mix fuese Matilde Lina, original de Leandro Díaz y que ya en la voz del samario se había convertido en un éxito radial.

Pero, si bien hay casos como La plata o El medallón en los cuales el resultado de las remezclas no se siente tan natural y se hace evidente que el experimento no envejeció del todo bien, hay otros que demostraron ser más efectivos.

Lucero Espiritual sigue la línea más tradicional del house mientras la voz de Diomedes de algún modo invierte los clásicos valores de la diva del soul que predomina en el house, para ser ahora un juglar el que tome su lugar y se exprese. Incluso el beat renovado que se usó para Las 4 fiestas conserva el espíritu de la original.

A pesar de quedar en el olvido, la llegada de Internet permitió rescatar esta rareza, que se puede escuchar completa aquí.

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