“El Chanchullito”: esta fue la primera canción que le pegó a Diomedes Díaz

En mayo de 1976, en Medellín, se grabó Herencia Vallenata, el primer disco de El Cacique de la Junta. Una colaboración única con Náfer Durán, el noveno rey vallenato

Herencia Vallenata es el primer disco de Diomedes Díaz, que si bien no fue muy exitoso, abrió nuevas puertas - crédito Spotify

Náfer Durán Díaz se coronó Rey Vallenato el 30 de abril de 1976. Al día siguiente, la prensa lo daba a conocer al país. El hermano de Alejo Durán fue siempre el favorito en el noveno Festival Vallenato. La final tuvo sus problemas. La luz se iba, venía, volvía a irse. El público, “un juez implacable”. Esa noche, por primera vez, una pareja de hermanos eran rey vallenatos, Alejo Durán, el primero; Náfer, el noveno.

En 1976, Diomedes Díaz quedó en tercer lugar en la categoría Rey Vallenato de la Canción Inédita con el Hijo agradecido. En abril, según cuenta Jaime Hinojosa Daza cuenta, en Diez mil días con Diomedes Díaz (1985), El Cacique de la Junta llegó a Valledupar con un bulto de limones, que vendió para comprar un casete y grabar una canción que le daba vueltas en la cabeza. Faltando trece días para comenzar el Festival de la Leyenda Vallenata la envío y se regresó a La Guajira.

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Así registró El Tiempo, la coronación de Náfer Durán Díaz como noveno Rey Vallenato - crédito imgur.com/fa9R7

En mayo de 1976, dicen que por intercesión de Julio Morillo, se conjuró la única colaboración entre Náfer Durán Díaz y Diomedes Díaz, bajo el sello de Codiscos. Hinojosa cuenta que Durán quería grabar con Díaz y que el pacto se cerró en la pensión de Naferito —perdón la confianza— que los recibió pidiendo tres cervezas, a las que siguieron otras tantas, comida y horas y horas de conversación. En un mes deberían grabar el LP.

“Cuando nos despedimos, Náfer nos acompañó hasta la puerta y nos dijo: «bueno, muchachos, no hay más que hablá»; y dirigiéndose a Diomedes le dice: «Compadre Diome, confío en su palabra»”

La leyenda cuenta que el disco se grabó en 12 horas, en un artículo de Vice dicen que la sesión comenzó muy bien, pero que con las horas la voz de Diomedes se le fue enturbiando, pues como la iba perdiendo, qué mejor remedio que tomarse un aguardiente tras otro. A esto habría que sumarle que, según Emilio Oviedo, el productor del disco y uno de los primeros en creer en El Cacique, Náfer se ponía nervioso a la hora de grabar en estudio. Su fuerte eran las parrandas.

El chanchullito es la única canción compuesta por Diomedes Díaz en su primer disco, Herencia Vallenata. Está dedicada a Patricia Acosta, su primer amor - crédito Parranda Vallenata/Instagram

Como podría sospecharse, el disco no fue un gran éxito y la única canción que sonó fue El Chanchullito, composición de Diomedes en Herencia vallenata y, según contó en una entrevista Oviedo, el acordeón que acompaña a El Cacique, lo tocó él y no Náfer, bueno, no del todo.

“Fui a dirigirlo, el acordeonero era Náfer Durán. Náfer es muy bueno en parrandas, pero ya grabando un disco se pone nervioso. Entonces, él hizo la producción y se fue. Cuando fui a revisar, había errores. Entonces, cogí el acordeón y empecé a corregirlo, lo doblé. El chanchullito (1976), el éxito que más le sonó a Diomedes de su primera producción, fue con el acordeón mío. Nunca había hecho esto público, porque soy amigo de Náfer y él se fue confiando…”

Sobre la canción, Hinojosa cuenta, con el cariño del amigo orgulloso, que fue un éxito rotundo, y que después vino todo lo demás. Esa aventura vallenata que lo llevó a los dominios de las grandes leyendas del vallenato.

“El éxito rotundo de este larga duración fue la canción El Chanchullito de la inspiración de Diomedes; y en segundo lugar la canción: Laura, un paseo de mi cosecha. Después vinieron las ofertas de todas las casas disqueras de Colombia”
Náfer Durán Díaz fue el primer acordeonero de Diomedes Díaz - crédito Colprensa

Náfer está orgulloso de haber sido el primer acordeonero de Diomedes, así dicen que dijo, en un texto publicado en El Espectador en 2020:

“Me siento orgulloso de ser el acordeonero que sacó a la luz pública a Diomedes Díaz. Al abrirle ese camino ‘El Cacique de La Junta’ se fue proyectando hasta llegar a ser un gran superdotado de la música vallenata. Siempre que nos encontrábamos recordábamos ese hecho y le decía que lo admiraba mucho”

¿Y qué dice la canción?

La canción se la dedicó a Patricia Acosta, su primera esposa. Es un paseo, un vallenato vallenato, dicen los que saben, —yo no, por supuesto—, en el que evoca lo que vivió ante las dudas de Acosta y la resistencia de la familia a esta relación. Además, de confesarle que lo mortifica su ausencia, le advierte que no dude de él, porque la cosa se puede poner seria.

También le dice que se deje de pendejadas, porque su familia los vigila y los van a descubrir, pero que nada los podrá separar, si los contagia esa peste:

“Como los dos nos queremos/nos unimos prontamente/si no nos mata una peste/nos vamo’a morir de viejos”