En un episodio más de la creciente rivalidad entre dos de las licoreras más prominentes de Colombia, la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) y la Industria Licorera de Caldas (ILC) están nuevamente enfrascadas en una disputa, esta vez relacionada con la publicidad del famoso Ron Viejo de Caldas.
El conflicto surge después de la orden de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de retirar del mercado el aguardiente Real Amarillo de la FLA, lo que ha desencadenado una serie de tensiones entre ambas licoreras. Ahora, como represalia, la licorera de Antioquia ha acusado a la de Caldas de confundir a sus clientes con publicidad engañosa sobre la línea de productos de ron.
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El foco de la controversia se centra en los números de añejamiento en los productos de la ILC, como el Ron Viejo de Caldas 15, Gran Reserva Especial. La FLA sostiene que estos números no reflejan el tiempo real de añejamiento, sino más bien una mezcla de rones de diversas edades que van desde lo 8 y hasta los 17 años.
“Nosotros demandamos a la industria licorera y pedimos una medida cautelar porque inducir a confusión es publicidad engañosa. Y resulta que en los rones que ellos tienen las etiquetas le ponen el numero 8, 5 y la gente piensa que son ocho años y si la gente lee bien, dice ocho atributos o cinco secretos”, señaló Javier Ignacio hurtado, gerente de la FLA, en diálogo con RCN Radio.
Bajo ese argumento, la Fábrica de Licores de Antioquia ha presentado una solicitud ante la SIC, exigiendo medidas cautelares que incluyen la suspensión inmediata de la fabricación y comercialización de ciertas categorías de Ron Viejo de Caldas. Argumentan que la práctica de la ILC va en contra de la normatividad y los estándares internacionales, que establecen que el tiempo de añejamiento debe corresponder al ron más joven de la mezcla.
“Eso es inducir a la confusión en el mercado. Entonces, lo que nosotros queremos que recojan ese producto porque están induciendo a la confusión al consumidor”, señaló Hurtado al medio citado.
Y es que según indicó la FLA, la Industria Licorera de Caldas estaría incumpliendo las normas colombianas, que estipulan que “cuando se realicen mezclas de rones de diferentes edades, el añejamiento lo define la edad del ron más joven. En caso de incluir esta información en los rótulos o etiquetas, el tiempo de añejamiento, la edad de la mezcla a declarar, debe ser la edad del ron más joven que partícipe en la formulación. Cuando se realizan mezclas de rones de diferentes edades, la maduración o añejamiento lo define la edad del ron más joven”.
La Industria Licorera de Caldas, por su parte, ha salido en defensa de la calidad y legalidad de sus productos. Indicaron que la FLA está intentando desviar la atención de sus propios problemas, como la pérdida de participación en el mercado y la sanción por el retiro del Aguardiente Real Amarillo, el cual, según la ILC, era una copia de su Aguardiente Amarillo de Manzanares.
De momento, será la Superintendencia de Industria y Comercio quien aclare el nuevo rifirrafe entre dos de las industrias de licor más importantes del país, que podría agravar la tensa situación que se ha vivido en los últimos días, después de que el pasado 19 de diciembre ratificara la medida cautelar contra la FLA y le negara el permiso para seguir comercializando su producto de aguardiente amarillo, que ha desencadenado en una disputa legal y, al parecer, de egos para posicionarse en el mercado colombiano.