Mujer sufre un calvario por inquilinos que invadieron su casa en Bogotá hace dos años: afirma que tienen comprada a la Policía

Tras dos años de proceso, siguen viviendo en los cinco apartamentos y tienen un bar en el primer piso de la propiedad

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Desde la muerte de su
Desde la muerte de su esposo, Mónica Barbudo no ha podido lograr que los inquilinos de su casa paguen arriendo o se vayan del sitio - crédito cortesía Mónica Barbudo

La vida de Mónica Barbudo cambió abruptamente en 2021 tras la muerte de su esposo. Desde ese momento, los inquilinos de una vivienda con la que solventaban sus gastos tomaron la decisión de no pagar más el arriendo y no reconocerla como propietaria del inmueble, adueñándose de la propiedad.

Tras un año de proceso para poder cambiar a su nombre las escrituras de la casa ubicada en la carrera 26 con calle 77, en el barrio San Fernando (Barrios Unidos), Mónica Barbudo no ha recibido una solución por parte de las autoridades. Aunque tiene una demanda en contra de los inquilinos, no ha podido notificarlos de la misma y el proceso está detenido.

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Barbudo lleva más de dos años intentando recuperar su propiedad y desalojar de esta a Pedro Eulises Carreño, Adriana Patricia Triana, José Mario Muñoz Daza, Rosalba Ruiz Castro, Fausto Alberto Garzón, Wilmer José Rivera y Miguel Ángel Tocasuche, de quienes tiene contratos de arrendamiento firmados antes de que su esposo muriera.

Al tiempo que lleva sin recibir dinero de los arriendos, se suma una deuda de más de diez millones de pesos con el Acueducto, dado que desde hace dos años estas personas no pagan este servicio y estarían contrabandeando el líquido por una tubería pirata, lo que hizo que Mónica Barbudo recibiera una multa por parte de la compañía.

El Acueducto multó a Mónica
El Acueducto multó a Mónica Barbudo por más de 10 millones de pesos por una conexión ilegal que pusieron sus inquilinos - crédito cortesía Mónica Barbudo

En la vivienda, que tiene cinco apartamentos y un local en el que estas personas pusieron un bar, el Acueducto ha intentado en diferentes oportunidades hacer arreglos con el contador, pero quienes se adueñaron del inmueble no han permitido esto, por lo que el establecimiento funciona sin el líquido vital, lo que en teoría es ilegal.

Lo anterior quedó expuesto en diferentes videos grabados por personas del sector en ese momento, sumado a que quien lo atiende tendría dos denuncias penales por conflictos que se han registrado en el bar; sin embargo, la inspección por parte de las autoridades para corroborar las condiciones del establecimiento sigue sin registrarse.

“La respuesta de ellos es que no me reconocen como dueña, aunque yo siempre he vivido allá. Esas personas trataron el año pasado de sacar una escritura pública falsa; yo tenía un abogado que me dijo que los dejara para demandarlos por mentir sobre documento público, finalmente no lo sacaron. Pero llevan más de dos años viviendo gratis, destruyendo la propiedad y no van a salir hasta que no llegue el juzgado, pero lo que yo pregunto es si el juzgado va a demorar otro año más, eso no justo”, afirmó Mónica Barbudo a Infobae Colombia.

Debido a la exposición del caso, los vecinos del sector se sumaron al pedido de ayuda de Mónica Barbudo y, a través de Infobae Colombia, expusieron, sin revelar su identidad, que estas personas habrían sobornado a los policías del cuadrante para permitir que siga funcionando el establecimiento nocturno.

“El man tiene a la Policía, eso nos lo dijo el día que estuvo la Policía allí, él mismo nos dijo que tenía comprada la Policía. Ellos vienen, les da la plata y se van. Ese tema es delicado, porque cuánto tiempo y ahora la dueña les sale a deber”

De la misma forma, los vecinos pidieron la intervención de la Subred Integrada de Servicios de Salud Norte con el objetivo de que cerraran el bar, pero en la respuesta la entidad afirmó que el establecimiento estaba cerrado, por lo que sospechan que los funcionarios pudieron haber sido sobornados por estas personas, ya que ellos observan que permanece abierto toda la semana.

Mónica Barbudo no cuenta con llaves para ingresar a la propiedad, puesto que los inquilinos cambiaron las guardas de las puertas. De la misma forma, han realizado modificaciones al interior de la casa, y como no cuenta con una orden de desalojo, la Policía afirma que no le puede ayudar con su problema.

“Están metiendo tubos de conexiones de agua, rompen muros, y la señora no puede hacer nada porque no la dejan ni entrar”, afirmó a Infobae Colombia, una vecina del sector.
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