Un estudio de Fitch Ratings ha indicado un incremento en los precios de viviendas nuevas en diversos países de América Latina, destacando entre estos a Colombia, donde el sector inmobiliario muestra una importante elevación en los costos. El panorama para 2024 sugiere un cambio en esta dinámica, con una esperada desaceleración en el ritmo de crecimiento de los precios.
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La agencia de calificación Fitch Ratings destacó que para Colombia se espera un decrecimiento en el aumento del precio de las casas nuevas: si en 2023 el crecimiento esperado es del 12%, para el 2024 se prevé una moderación al situarse entre un 5% y un 7%. Este fenómeno podría influir en decisiones tanto de compradores como de inversores en el mercado inmobiliario colombiano.
El informe proporcionado por Fitch Ratings no solo resalta las cifras de Colombia, sino que también menciona de manera general el alza de precios de la vivienda en la región latinoamericana. Sin embargo, es notorio que para el caso colombiano los detalles son más específicos en cuanto a las expectativas de crecimiento y la potencial ralentización en el próximo año, aspectos críticos para el sector de ventas de viviendas.
Los expertos en el sector inmobiliario se mantienen atentos a estas proyecciones de Fitch Ratings, ya que el comportamiento del mercado de viviendas es un termómetro importante de la economía. Los precios de las viviendas pueden impactar el poder adquisitivo, el acceso a la propiedad, y eventualmente, el bienestar económico de los ciudadanos en América Latina y específicamente en Colombia. La desaceleración proyectada podría ser un respiro para aquellos que buscan adquirir una vivienda en un mercado menos presionado por el aumento constante de los precios.
Se espera un incremento en los precios de vivienda en Brasil para el año 2023, con previsión de un crecimiento de un 5,5%, y una proyección de ascenso de entre 4% y 6% para 2024. Por otro lado, México anticipa una desaceleración, pasando de un incremento proyectado del 9,3% en 2023 a un Porcentaje que oscilará entre el 6% y 8% el próximo año.
Colombia y sus desafíos inmobiliarios
El mercado inmobiliario colombiano afrontó un período de dificultades, con una marcada disminución en las ventas de viviendas nuevas, sobrepasando un 50% en noviembre, lo que representa 17 meses de caídas continuas. Especialmente golpeado resultó el sector de la Vivienda de Interés Social (VIS), donde más de 38.000 hogares abandonaron la posibilidad de adquirir una propiedad, afectados por altas tasas de interés, la inflación y obstáculos vinculados a los subsidios habitacionales.
Una posible escasez de inventario de viviendas podría ejercer presión al alza sobre los precios, aunque se espera que una demanda más débil, producto de las tasas hipotecarias elevadas, ayude a mitigar este incremento. Las repercusiones de esta contracción en el sector se reflejan en el distanciamiento de la meta de adquisición de vivienda para un vasto número de familias colombianas. La ilusión de poseer un domicilio propio se ha tornado una empresa cada vez más esquiva ante el actual panorama económico, que ha socavado la capacidad adquisitiva de los interesados y frenado el crecimiento del sector de la construcción de viviendas asequibles.
Con el propósito de mitigar esta situación, se hace esencial una revisión de las políticas públicas relacionadas con el acceso a la vivienda, así como un esfuerzo conjuntado entre el gobierno, el sector financiero y la industria de la construcción. El objetivo sería facilitar condiciones más favorables para reactivar la demanda y abastecer la necesidad de vivienda que persiste en la población colombiana. No obstante, todavía se está a la espera de cuáles van a ser las medidas que tomará el Gobierno Nacional con el objetivo de mitigar la reducción en la compra de vivienda.