De terrorista, Estados Unidos acusó a un ciudadano colombo-libanés: de quién se trata

El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a Samuel Salman El Reda, de nacionalidad colombo-libanesa y presunto integrante de Hezbollah, por su implicación en el ataque terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, el cual resultó en la muerte de 85 personas y dejó cientos de heridos.

El anuncio fue realizado el miércoles 20 de diciembre y señala que ‘El Reda’, como también se le conoce, fue partícipe en la orquestación de uno de los atentados más mortíferos en la historia de Argentina.

Según el fiscal del Distrito sur de Nueva York, Damian Williams, “durante décadas, Samuel Salman El Reda ha liderado operaciones terroristas en nombre de la Organización de la Yihad Islámica de Hezbollah, incluido un atentado en 1994 en Buenos Aires que masacró a 85 víctimas inocentes”. Estas acusaciones vinculan al acusado con actividades terroristas prolongadas y sugieren una historia de involucramiento con el grupo chiita reconocido por varios países como una organización terrorista.

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El ataque a la AMIA se llevó a cabo el 18 de julio de 1994, destrozando la sede de la comunidad judía en Buenos Aires y marcando un precedente trágico en la historia de ataques terroristas en América Latina. A lo largo de los años, las investigaciones han enfrentado múltiples obstáculos, resultando en una larga búsqueda de justicia para las víctimas y sus familiares. La acusación de El Reda representa un capítulo importante en la medida en que se intenta cerrar un caso que ha dejado una huella profunda en la sociedad argentina y en la comunidad internacional.

La inclusión de Samuel Salman ‘El Reda’ en la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos realza la cooperación internacional en la lucha contra el terrorismo y la perseverancia en la resolución de casos pendientes, aun décadas después de su ocurrencia. Este paso legal podría abrir nuevas vías para continuar la investigación y potencialmente llevar a la captura y enjuiciamiento de los responsables del ataque a la AMIA.

El Reda, de 58 años actualmente goza de libertad y opera desde el Líbano, según revelaron dichas autoridades. Mientras tanto, la justicia argentina ha emitido una orden de captura internacional contra él y su hermano José, relacionándolos también con el atentado a la Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992, que resultó en la muerte de 22 personas.

En desarrollo de este caso, el fiscal general adjunto Matthew Olsen, de la División de Seguridad Nacional, ha manifestado: “Esta acusación sirve como mensaje a los que participan en actos de terror: que la memoria del Departamento de Justicia es larga, y no cesaremos en nuestro empeño de llevarlos ante la Justicia”. Esta declaración resalta la determinación del departamento para perseguir y enjuiciar a individuos implicados en terrorismo, sin importar el tiempo transcurrido desde la comisión de los actos.

El proceso judicial avanza mientras ambos son requeridos por la justicia, marcando un precedente en la colaboración internacional para combatir el terrorismo. Aunque la solicitud de captura por parte de Argentina data de junio, su progresión actual es un claro reflejo de la persistencia de las autoridades para responsabilizar a los acusados de sus presuntos crímenes cometidos hace más de tres décadas.

Según la Justicia de Estados Unidos ha imputado a Samuel Salman El Reda por dirigir operaciones terroristas en diferentes regiones del mundo incluyendo Suramérica, Asia y Líbano. El Reda, enfrenta ahora un proceso judicial donde se le atribuyen hasta cuatro cargos, uno de los cuales es proporcionar ayuda material a organizaciones de índole terrorista, delito que puede resultar en una condena de hasta 20 años de prisión.

En relación al atentado contra la AMIA, las autoridades afirmaron que El Reda habría “facilitado información a operativos de la Organización de la Yihad Islámica que se utilizó para planear y ejecutar el atentado”, tal como refiere el comunicado emitido. Según la acusación, su implicación no terminó en la facilitación de datos, sino que también continuó con la reclutación y entrenamiento de combatientes alrededor del mundo.

La investigación actual del caso de El Reda está en manos de la unidad antiterrorismo del FBI en Nueva York, una fuerza de élite que también engloba a miembros de la Policía neoyorquina. Este equipo especializado se encarga de profundizar en las actividades y conexiones del acusado, buscando esclarecer su participación en los hechos delictivos que se le imputan y establecer la responsabilidad penal correspondiente.