El Servicio Geológico Colombiano (SGC) realiza el seguimiento constante a los volcanes del país, situación que mantiene en alerta al país, luego de la actividad registrada por el nevado del Ruiz hace algunos meses.
Así mismo, tras la tragedia que se presenta en Islandia desde mediados de diciembre, la entidad aclaró si existe alguna probabilidad de que ocurra erupciones similares en territorio colombiano.
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La erupción volcánica en cuestión, fue reportada cerca de Grindavík, en la península de Reykjanes, Islandia, el 18 de diciembre. Esta erupción es la cuarta ocurrida en la región desde 2021, siendo considerada la más grande hasta la fecha, con una fisura que alcanza los 3,5 kilómetros.
“El pasado 18 de diciembre, comenzó una erupción al norte de la ciudad de Grindavík, en la península de Reykjanes (Islandia). Se trata de la cuarta erupción que hay en esta zona desde 2021 y de la más grande hasta el momento, con una fisura en la superficie de 3,5 km”, detalló el Servicio Geológico Colombiano.
El fenómeno geológico no solo supone un gigante desplazamiento de la corteza terrestre, sino que también marca una intensificación de la actividad volcánica en la zona, la cual había experimentado erupciones previas en los últimos años. La península de Reykjanes es conocida por su intensa actividad sísmica y volcánica debido a su ubicación sobre la dorsal mesoatlántica, que es el límite entre las placas tectónicas de América del Norte y Eurasia.
“Este tipo de erupción, conocida como “fisural”, se genera por una grieta que se abre en la superficie y de la que emerge magma (roca fundida) a altas temperaturas”, detalló el SGC.
En lo que corresponde a este tipo de reacciones volcánicas, el SGC explicó que son denominadas como erupciones fisurales, las cuales son consideradas como efusivas por la manera en que emergen de la tierra; sin embargo, se aclaró que no son de alto riesgo, claramente, la ciudadanía está obligada a ser cauta y prudente ante hechos similares.
Por su parte, Colombia muestra un contexto distinto según la entidad, que expuso: “Por lo general, las erupciones fisurales suelen ser de carácter efusivo (no provocan grandes explosiones ni generan emisiones de ceniza considerables) y, por ello, representan un riesgo menor. En Colombia el panorama es muy diferente, principalmente, debido a la manera como las placas tectónicas están dispuestas”.
La diferencia en los procesos tectónicos entre Islandia y Colombia parte desde las variaciones significativas en la composición y el comportamiento de la lava en estos países. En Islandia, la actividad volcánica está influenciada por la separación de la placa Norteamericana y la placa Euroasiática.
El anterior fenómeno permite que el magma emerja a la superficie de manera más fluida. Por el contrario, en Colombia, la placa Nazca se hunde bajo la placa Suramericana, creando una compresión que resulta en una lava completamente distinta y con un comportamiento diverso que puede ser agresivo en su salida.
“En Islandia la separación que hay entre la placa Norteamericana y la Euroasiática permite el ascenso de magma y su salida de la superficie de manera más fluida. En Colombia, la placa Nazca subduce o se entierra bajo la placa Suramericana, lo que genera un ambiente de compresión que deriva en grandes diferencias en la geoquímica de la lava y su comportamiento”, sentenció el SGC.
El anterior contexto permite entender la manera en que puede ocurrir una situación similar en Colombia, pues en territorio nacional; puede que los complejos volcánicos no “avisen” y terminen emitiendo una agresiva erupción que puede arrasar con todo a su paso.
Con base en lo expuesto, el SGC declaró: “Por esto, la mayoría de los volcanes que hay en el país suelen hacer erupciones explosivas o violentas que implican la salida de material volcánico a altas velocidades, en grandes extensiones y con emisiones de ceniza considerables. Esto se traduce en un riesgo mucho mayor”.