Cientos de tortugas hicoteas y morrocoyas volvieron a su habitad en Cartagena

La reintroducción de estas especies forma parte de la lucha contra el tráfico ilegal de fauna

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El EPA de Cartagena, con
El EPA de Cartagena, con el respaldo de la CVC, llevaron a cabo la liberación de 220 animales, de un total de 250 confiscados en Cali por el tráfico ilegal de fauna silvestre - crédito EPA Cartagena

En Cartagena, durante la última semana, el Establecimiento Público Ambiental (EPA) ha liberado 220 animales autóctonos en una reserva natural situada al norte de la ciudad. La iniciativa incluyó la reintroducción de 100 hicoteas y 120 tortugas morrocoyas, tras haber sido cuidadosamente examinados para confirmar su idoneidad para el retorno a su hábitat natural por profesionales del EPA Cartagena.

Esta acción forma parte de los esfuerzos para combatir el tráfico ilegal de especies en la región Caribe colombiana y cuenta con el apoyo de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC). La exitosa reubicación de los animales resulta precisamente de un convenio con la CVC, centrado en la recuperación de fauna afectada por el comercio ilegal.

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En actividades similares, en noviembre del año anterior, 140 animales silvestres fueron también liberados en la región, gracias a la colaboración de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), la Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder), el EPA de Cartagena y la Policía de Carabineros. Estas acciones reflejan el compromiso organizacional con la biodiversidad y la legislación ambiental vigente.

Además, el Centro de Atención de Fauna Silvestre del EPA alberga actualmente a 12 monos tití-cabeciblancos, provenientes de Cali, que serán reintegrados a la naturaleza en breve. El EPA Cartagena y la CVC continúan instando a la ciudadanía a evitar la posesión y comercio ilícitos de especies salvajes, enfatizando la lucha contra estos delitos en todo el país, especialmente en Cartagena, donde los operativos de incautación se han intensificado.

Lista roja de especies: una llamada a la acción en el Caribe de Colombia

La conservación de especies como
La conservación de especies como el tití cabeciblanco y la tortuga carey requiere acciones inmediatas para prevenir su extinción - crédito Getty Images

La región Caribe colombiana enfrenta un severo desafío en la conservación de su diversidad biológica. Especies emblemáticas como el tití cabeciblanco, la tortuga del Magdalena, la guacamaya verde, el paujil pico azul, la tortuga carey y el coral de palma están categorizadas en peligro crítico, necesitando acciones urgentes para su protección. Estas especies no solo cumplen un papel vital en el equilibrio ecológico de la zona, sino que también representan una parte significativa del patrimonio cultural y turístico colombiano. La urgencia de la situación demanda una colaboración estrecha entre las autoridades, sociedad civil y grupos de investigación para desarrollar e implementar medidas sostenibles de conservación.

El deterioro de hábitats naturales, causado principalmente por la transformación en áreas de cultivo, urbanizaciones e infraestructuras, aparece como la mayor amenaza para la supervivencia de estas especies. A ello se suman la sobreexplotación, la competencia de especies exóticas invasoras, efectos del cambio climático, contaminación y la fragmentación de ecosistemas. Los esfuerzos de conservación deben centrarse en preservar los delicados ecosistemas de la región, destacando los bosques de manglar y bosque seco, fundamentales para la biodiversidad caribeña. Es clave que los nuevos proyectos urbanísticos integren prácticas ambientalmente responsables para no poner en riesgo la fauna y flora locales.

Según Robin Casalla, profesor del Departamento de Química y Biología de la Universidad del Norte y doctor en Ciencias Naturales, en Colombia existe una “lista roja” de especies amenazadas que puede variar en categorización respecto a listados de otros países o a nivel global. Casalla resalta que las principales amenazas identificadas son la pérdida y degradación del hábitat, la sobreexplotación, competencia con especies exóticas invasoras, cambios climáticos, contaminación y fragmentación de ecosistemas. Tanto las agrupaciones ambientales como la UICN y la CITES han establecido diferentes categorías de amenaza, donde el caso de estas especies representa un llamado a reforzar las medidas de protección a nivel regional y global.

En resumen, la región Caribe de Colombia se encuentra en un cruce crítico para la conservación de su riqueza natural, demandando acciones inmediatas y coordinadas que aseguren el futuro no solo de especies clave, sino de los ecosistemas que las sustentan.

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