Llegó la Navidad y, con ella, un sinfín de tradiciones. Cada hogar tiene rituales, recetas, lugares o hasta atuendos que no pueden faltar en la celebración del nacimiento de Jesús. De la misma manera, el sentimiento con el que se vive esta época es muy propia de cada uno, dependiendo de las experiencias.
Recientemente el humorista Frank Martínez compartió en sus redes sociales un fragmento de uno de sus shows de stand up comedy, en los que se refiere a la importancia del fin de año. Entre ‘chiste y chanza’, se refirió a una decisión que considera inaceptable.
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“Hay una vaina muy cruel que a mí me parece que esto lo he debatido con muchos amigos y es que uno en diciembre hay cosas que uno debe hacer y otras que definitivamente no. Y entre las que no, es que usted nunca debería terminar a una persona en diciembre ¿no?”, comenzó diciendo el antioqueño.
Acto seguido, expuso las consecuencias de ir en contra de su recomendación y sostuvo que un momento que debería estar lleno de felicidad podría acabar marcado como uno lleno de malos recuerdos, dado que se haya vivido un trauma romántico para las fechas señaladas.
“Pero a lo bien ¿no? porque es que a uno lo terminen en diciembre, o sea se le cagó diciembre, o sea porque eso es como si se le muriera un familiar a uno ¿no? o sea de ahí para allá usted llora por todo. Además, en todas las reuniones familiares cualquier cosa le hace doler el corazón”, añadió el comediante.
Si bien se trataba de un show de humor, los comentarios no se hicieron esperar y la gran mayoría estaba de acuerdo con la filosofía de Martínez.
Frank Martínez habló con Infobae sobre su infancia y el poder de la comedia en su vida
En diálogo con este medio, ‘El Flaco’ reveló que su vida tuvo un antes y después gracias a la comedia. Todo comenzó dándose cuenta que podía hacer reír a los demás.
“Durante mucho tiempo estuve callado, pero cuando tuve un momento de iluminación comencé a hablar y a decir muchas cosas, aunque también a notar que la gente se reía con lo que yo decía, entonces fue como un vicio porque noté que me podía volver el charro del grupo o el que ‘mamaba gallo’ a los demás. La vaina era que yo compensaba esa falta de disciplina con mis buenas calificaciones. Además, me acuerdo que no se la montaba no al débil ni mucho menos, sino a aquel que parecía ser superior a mí o que buscaba montársela a alguien más, entonces era una especie de justiciero”, comentó entre risas.
Por otro lado, expresó que no fue fácil ver que podía dedicarse a eso, pero que las deudas que tenía se sumaron a las oportunidades que se le fueron presentando en el camino para poder llegar hasta la televisión. En ese instante, notó que sus sueños sí podían materializarse y comenzó a encaminarse hacia ellos.
“En el último trabajo que tuve fue cuando me cambió la vida. Allá el trabajo era muy tensionante y en la búsqueda de hacer un ambiente mucho más amable entre todos, a mí me salían tiros y remates muy buenos ¡Pero es que era impresionante todo lo que se me ocurría! Y en ese año, aproximadamente en 2011, fue que salió la convocatoria de Comediantes de la noche, entonces mis compañeros me dijeron que me inscribiera pero yo les dije que no porque yo no era comediante ni tenía experiencia en escenarios”, concluyó el artista.