Después de concluirse la reunión entre el presidente Gustavo Petro y su gabinete ministerial, en la que se realizó un balance de la gestión en 2023 y se planearon las expectativas para el próximo año 2024, se conoció que el mandatario expresó su inconformidad con el desempeño de algunos de sus ministros clave.
Bajo la lupa se encontraron el director de Planeación Nacional, Jorge Iván González; el ministro de Transporte, William Camargo; y la ministra de Educación, Aurora Vergara (a pesar de que es uno de los ministerios con más porcentaje del presupuesto ejecutado). Según le dijeron a El Espectador fuentes cercanas al encuentro, el presidente Petro señaló áreas específicas en las que espera una mejora sustancial.
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“Se dijeron muchas cosas a “calzón quitado”. Honestamente, el presidente quiere que su plan se cumpla, por eso está encima de todos”, declaró uno de los ministros, que prefirió mantenerse en el anonimato, al mismo medio citado.
Los eventuales cambios en el gabinete se realizarían en consonancia con la estrategia del presidente Petro de reconfigurar su coalición y fortalecer el llamado acuerdo nacional, que se ha debilitado luego de la dificultad para pasar sus reformas sociales en el congreso y tras las polémicas de su hijo Nicolás Petro y de su exjefa de gabinete, Laura Sarabia.
Aunque se mencionaron nombres de posibles cambios, como la Cancillería, el Ministerio de Defensa, el del Interior e, incluso, el Dapre, aún no hay información oficial sobre ajustes específicos. El presidente estaría considerando enroques para optimizar el funcionamiento del Gobierno y cumplir con sus objetivos políticos y administrativos.
La ejecución presupuestal: el tema por el que hubo jalón de orejas
Este llamado de atención consistió, fundamentalmente, en que la Presidencia demanda celeridad en la ejecución presupuestal. Esta petición se suma a los reiterados regaños sobre el tema. En diversas reuniones ministeriales, el presidente ha manifestado que resulta incoherente que el dinero esté guardado, cuando debería contribuir directamente a la consecución de los objetivos delineados en su Plan Nacional de Desarrollo con el propósito de que la inversión social se materializara en cambios para mejorar la vida de los colombianos, como era su promesa de campaña.
Diversas entidades se encuentran ahora trabajando bajo presión para alcanzar las metas establecidas en los últimos días del año. En la parte más baja de la lista se ubica el Ministerio de Interior, con una ejecución del 45,31%; seguido por Ambiente, con un 40,78%; y la recién creada cartera de Igualdad y Equidad con un avance de tan solo el 0,23%, según datos del portal de transparencia económica del Ministerio de Hacienda .
Luego, se ubican las carteras de Justicia con un 69,37%, Ciencias, Tecnología e Información con un 64,33%, Comercio con un 62,60%, Deporte con un 55,92%, y Agricultura con un 55,03%.
El Ministerio de Hacienda alcanza un nivel de ejecución del 79,55%, mientras que el Ministerio de Transporte se sitúa en el 75,77%. A continuación, se ubican Vivienda con un 73,52%, Cultura con un 73,04%, y Trabajo con un 71,89%.
En el rango que supera el 80%, se encuentran los ministerios de Minas y Energía, Relaciones Exteriores, y TIC. La cartera de Minas y Energía registra una ejecución del 86,55%, seguida por Relaciones Exteriores con un 86,44% y TIC con un 84,70%.
Aquellas que destacan positivamente en este asunto son los sectores de Educación, Defensa y Salud, los cuales han logrado niveles de ejecución que superan el 90%. El Ministerio de Educación tiene una ejecución de 96,83%, el de Defensa de 95,23% y el de Salud de 94,67%.
Cabe señalar que la ejecución presupuestal del Gobierno nacional hasta noviembre alcanzó un promedio del 70,9%. La comparación de la ejecución presupuestal entre el primer año del Gobierno Duque y el mismo periodo del actual mandato revela un rezago.
A pesar de recibir recursos adicionales (un 13% más), existen desafíos notables que explicó León Valencia, analista de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares). Según él, el aumento en los gastos de funcionamiento debido a la incorporación de empleados que anteriormente estaban contratados como trabajadores independientes y ahora forman parte de plantas temporales es uno de los retos.
Otro serían los cambios abruptos en los gabinetes y la falta de experiencia administrativa en la contratación contribuyen a esta situación. También se identifican obstáculos en la implementación de programas cuyos resultados se verán más a largo plazo, como la adquisición y restitución de tierras.