Álex Saab, el empresario colombiano señalado de ser testaferro de Nicolás Maduro, regreso a Caracas este miércoles 20 de diciembre tras ser liberado de una prisión en La Florida, donde permaneció casi cuatro años recluido por las autoridades estadounidenses. Saab fue capturado en 2020 en Cabo Verde y, finalmente, pedido en extradición por el gobierno norteamericano por los delitos de lavado de activos.
Como parte de un intercambio, fueron liberados al menos 10 ciudadanos estadounidenses que se encontraban retenidos en Venezuela por el régimen chavista, además de otros 20 presos políticos venezolanos, incluyendo seis sindicalistas, condenados a 16 años de prisión.
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“Hoy regresan a casa diez estadounidenses detenidos en Venezuela”, afirmó el presidente Joe Biden en un comunicado. “Estas personas han perdido demasiado tiempo precioso con sus seres queridos, y sus familias han sufrido cada día en su ausencia. Estoy agradecido de que su calvario haya terminado por fin y de que estas familias vuelvan a estar completas”.
Biden anunció también que “un fugitivo llamado Leonard Francis, que huyó de Estados Unidos antes de que pudiera ser condenado por su papel protagonista en un descarado caso de soborno y corrupción, fue detenido y devuelto a EEUU desde Venezuela” para que se enfrente a la justicia por los delitos que cometió.
“Reunir a los estadounidenses detenidos injustamente con sus seres queridos ha sido una prioridad para mi Administración desde el primer día. También lo es el regreso a Estados Unidos de los prófugos de la justicia”, añadió el mandatario estadounidense, y recordó que se mantiene vigente la advertencia a sus conciudadanos de no viajar a Venezuela. “Los estadounidenses no deben viajar allí”, expresó el mandatario norteamericano.
La información preliminar indica que el Gobierno de Joe Biden llegó a un acuerdo con el régimen de Nicolás Maduro para lograr la liberación del empresario colombiano Álex Saab, detenido en Miami por cargos de lavado de activos, a cambio de unos 36 prisioneros, incluyendo 10 estadounidenses, entre los que se encuentran los ex boinas verdes Luke Alexander Denman y Airan Berry, que cumplían una condena de 20 años por su participación en una presunta incursión armada en 2020, y al menos 20 presos políticos venezolanos, muchos de ellos detenidos durante largo tiempo por la dictadura chavista y algunos presos recientemente vinculados con la campaña de la candidata presidencial opositora María Corina Machado o la organización de las primarias de la oposición en octubre.
Entre estos últimos se anunció la libertad de Roberto Abdul-Hadi, miembro del comité organizador de las primarias opositoras celebradas el pasado 22 de octubre, quien llevaba 14 días en prisión.
La Comisión Nacional de Primaria (CNP), que organizó las elecciones internas, difundió el mensaje de Tamara Bechar, abogada de Abdul, en el que informa de la excarcelación del también presidente de la organización no gubernamental Súmate, que se dedica a la promoción de los derechos políticos y a la participación en comicios.
“Abdul fue liberado y se encuentra ya con su esposa”, agregó el mensaje, sin más detalles de esta liberación, que también fue confirmada en X (antes Twitter) por el Foro Penal, la agrupación de abogados que lidera de la defensa de los considerados presos políticos. La Comisión Nacional de Primaria (CNP), que organizó las elecciones internas, difundió el mensaje de Tamara Bechar, abogada de Abdul, en el que informa de la excarcelación de este activista venezolano, que también es presidente de la organización no gubernamental Súmate, que se dedica a la promoción de los derechos políticos y a la participación en comicios.
Entre los venezolanos liberados hay también seis sindicalistas que fueron detenidos entre el 4 y el 7 de julio de 2022, considerados por varias organizaciones no gubernamentales como presos políticos, según informó su abogado, Eduardo Torres.
Estos dirigentes sindicales, identificados como Alcides Bracho, Alonso Meléndez, Emilio Negrín, Gabriel Blanco, Néstor Astudillo y Reynaldo Cortés, habían sido condenados el pasado agosto a 16 años de prisión, por los delitos de conspiración y asociación para delinquir, según informó el fiscal general, Tarek William Saab, tras ser dictada la pena.
La organización Provea reveló que estos seis “luchadores sociales” fueron puestos en libertad “tras más de 500 días detenidos injustamente y víctimas de una brutal condena” en la penitenciaría de La Yaguara, en Caracas.
La orden de libertad del colombiano habría provocado una gran controversia al interior de las agencias federales, pues según fuentes de la emisora colombiana W Radio, se habrían manifestado molestias en el FBI por el acuerdo.
Las autoridades estadounidenses han mantenido una comunicación fluida con representantes del gobierno de Maduro desde hace algunos meses, pese a las tensiones existentes entre ambos países. El intercambio de prisioneros es una práctica común en negociaciones internacionales, aunque reflejan un delicado equilibrio entre la administración de justicia y la diplomacia estratégica.
Álex Saab, figura clave en este trato, es considerado un operador financiero cercano a Maduro y su detención ha sido fuente de tensiones internacionales desde su arresto, incluso, vinculando a Colombia.
El historial del caso, se basa en que Estados Unidos acusa a Álex Saab de ser colaborador financiero de Nicolás Maduro, y la liberación de este sujeto, representaría un beneficio significativo hacia Maduro, quien es actualmente el foco de una oferta de recompensa de unos 15 millones de dólares por su captura y traslado a Nueva York para ser procesado por supuestos delitos de narcotráfico.
El régimen chavista aceptó dejar en libertad a estos detenidos tras conseguir la excarcelación por parte del gobierno en Washington del colombiano Saab, quien fue acusado por fiscales estadounidenses de desviar unos 350 millones de dólares de Venezuela a través de EEUU en un plan que involucraba sobornos a funcionarios del gobierno venezolano.
“Su libertad es un símbolo de victoria”, celebró el régimen de Maduro en un comunicado que informa de la “liberación y retorno” a Venezuela de Saab, detenido en 2020 en Cabo Verde y extraditado a Estados Unidos en octubre de 2021.
Finalmente Saab aterrizó a las 2:53 de la la tarde de este miércoles, hora colombiana, en el aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a la ciudad de Caracas, donde fue recibido por su esposa, Camila Fabri, los cinco hijos de Saab, y por la esposa de Maduro, Cilia Flores, en representación de la dictadura venezolana.
El colombiano, vistiendo una camisa blanca y un pantalón negro, llegó acompañado de Jorge Rodríguez, quien es el jefe de la delegación del régimen venezolano en las negociaciones que sostienen con la oposición para buscar una salida democrática al país.