El artista colombiano Óscar Agudelo, conocido como El Zorzal Criollo, perdió la vida en la noche del 16 de diciembre, por complicaciones de salud sumado al Parkinson y alzhéimer que ya padecía hace años. A los colombianos les dejó lo mejor de su arte, con canciones como La cama vacía o Desde que te marchaste.
Con 91 años, el cantante colombiano dejó para la posteridad un sinfín de composiciones en tangos y boleros con 36 discos de larga duración –vinilo, formato de la época en que emergió su música–, un total de 13 CDs y un DVD. Pero, con el tiempo su vida y la fama se apagaron, quedando en el recuerdo de millones de amantes de sus canciones.
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Tras su fallecimiento, su esposa Edith Torres, concedió una entrevista para Noticias Caracol en la que contó algunos detalles de cómo fue la vida del artista en sus últimos días. De acuerdo con la viuda, antes de que su compañero sentimental perdiera la batalla con la muerte estaba feliz, pues “hablaba y se reía bastante”.
“También cantaba, pues le gustaba mucho que le pusieran música. Murió feliz […] Siempre soñó con morir en una tarima, pero murió en una cama vacía”, como decía su más grande éxito musical y que guardaba una singular historia detrás. Nadie, aparte de él, sabía que esa canción lo acompañaría hasta el final de sus días y por la que sería recordado durante décadas.
De acuerdo con la esposa del cantante, en videos que fueron replicados por el medio antes citado, Agudelo estuvo disfrutando los últimos días en compañía de su familia. En su último cumpleaños, estuvo sonriente y se pudo ver que las risas no sobraron para quedar guardadas en la memoria de sus seres queridos.
Asimismo, Torres indicó que el cantante le dedicó una gran variedad de canciones, entre las que destacan Todo es amor, Esos tus ojos negros y Tus amos, una de las últimas, ya que tenía un mensaje especial siendo consciente de todo lo que hacía. Finalmente, aseguró que el artista dejó un gran legado para el país: “Su música, sus canciones. A través de ellas él seguirá viviendo en los corazones de sus oyentes”.
La historia de “Cama vacía”
De la autoría del argentino Carlos Spaventa, la canción llegó a sus manos cuando estaba radicado en Medellín y se había convertido en talento de la casa Codiscos, luego de haber hecho historia con Sonolux a la corta edad de 22 años. Se trataba de un tango que no le cantaba al amor, sino que era una dedicatoria a la soledad luego de haber pasado por las voces de Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas y Carlos Gardel.
En entrevista con El Tiempo, aseguró que cuando escuchó por primera vez la canción dedujo que podría ser escuchada por las diferentes clases sociales que imperaban. También dijo que la versión original era la suya y que, después, vinieron 16 nuevas.
“La historia de La cama vacía me ha tocado vivirla muchas veces. Una vez, en Paraguay, en un diciembre organicé un trío con Lucho Vásquez, llegamos a Asunción y me dieron unas fiebres aterradoras y me llevaron a un hospital. ¡Me tocó darle picos a una enfermera tan fea!, todo para que me diera de comer porque qué pobreza la que vivían allá. Duré varios días y las enfermeras les contaron a los músicos de allá que había un colombiano muy malo en el hospital y los paraguayos me visitaron. Después me tocó atenderlos cuando vinieron aquí a cantar”.