En una operación bajo el Modelo Nacional de Vigilancia Comunitaria por Cuadrantes, la Policía Nacional arrestó a un individuo de 27 años en el barrio Oviedo, de Ibagué, señalado como el responsable del hurto de valiosos libros de la biblioteca pública local.
El incidente tuvo lugar durante el patrullaje rutinario del cuadrante 13 en el sector de Oviedo. Los agentes, alertados por la visión de un sujeto que saltaba la malla perimetral de la biblioteca Oviedo, ubicado en calle 138 No 13-25, con una bolsa negra, lo interceptaron de inmediato.
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Tras realizar un registro personal, se encontraron en su posesión cuarenta libros de la biblioteca, valuados en $1.700.000. La violenta apertura de una ventana de la biblioteca sugiere que este fue el punto de acceso utilizado por el individuo, con el que el hombre ingresó al lugar y se llevó los libros.
La Policía Nacional insta a la comunidad a tomar medidas preventivas para evitar incidentes similares. Se aconseja mantener las pertenencias cercanas y visibles en lugares públicos, evitar la exhibición ostentosa de objetos de valor y asegurar viviendas o lugares de trabajo con sistemas de seguridad eficientes. Además, se destaca la importancia de fomentar la comunicación y la participación ciudadana, alentando a la población a reportar cualquier actividad sospechosa al 123 o al número del cuadrante más cercano.
Pese a los hechos, habitantes de la zona se cuestionan el motivo por el cual decidió robar libros.
Este hecho recordó brevemente al robo de una de las copias más importantes de Cien Años de Soledad del premio de Nobel nacional, Gabriel García Márquez.
El robo se trata la primera edición de Cien años de soledad, obra maestra de Gabriel García Márquez, resurge en la Biblioteca Nacional de Colombia, trayendo consigo una historia llena de intriga y pasión por los libros. Este ejemplar, protagonista de un robo en 2015 que conmocionó a nivel internacional, encuentra su camino de regreso a casa para el deleite de los colombianos y los devotos seguidores de Gabo.
La travesía de esta joya literaria comienza en una librería en Uruguay, donde Álvaro Castillo Granada, conocido cariñosamente como el Librovejero, se topa con ella en una mañana de octubre hace ya 16 años. Su instinto de cazador de tesoros literarios lo lleva a negociar con el librero uruguayo, logrando adquirir la primera edición por un módico precio de 6 dólares. Esta hazaña marcó el inicio de la conexión única entre Castillo Granada y la obra de García Márquez.
La colección de Castillo Granada, que incluía la primera edición firmada y dedicada de “Cien años de soledad”, cobró relevancia en la Feria Internacional del Libro de Bogotá en 2015. Su valiosa contribución permitió a los visitantes apreciar de cerca las primeras ediciones de las obras del laureado escritor colombiano. Sin embargo, la alegría se vio empañada por el robo del libro durante el evento, generando una intensa búsqueda y la intervención de la Interpol.
La odisea de la primera edición llega a su fin con un mensaje que devuelve la esperanza a Castillo Granada: su libro autografiado ha sido encontrado. La Policía de Colombia, liderada por el general Rodolfo Palomino, se encargó personalmente de devolver el ejemplar ante los medios, poniendo fin a la angustiante desaparición.
Antes del incidente, el generoso coleccionista ya había considerado donar sus preciadas primeras ediciones a la Biblioteca Nacional. Con el retorno seguro de la obra maestra, se concreta la donación, pero la recepción es discreta en comparación con la atención mediática anterior. Desde entonces, la primera edición de “Cien años de soledad” ha permanecido resguardada en una bóveda de seguridad, solo accesible mediante estrictas solicitudes y rigurosas revisiones.