El expresidente Álvaro Uribe se pronunció frente al proyecto de decreto publicado por el Ministerio de Justicia que busca reglamentar el cultivo, la tenencia de semillas y el uso de plantaciones de coca, cannabis y amapola. Según el exmandatario, se trataría de permitir el uso de drogas y aumentarían los cultivos.
“El proyecto de decreto del Gobierno autoriza el uso industrial de las drogas como una categoría diferente al uso científico o medicinal. Generalizar el uso es dar vía libre a la destrucción de la juventud, de la familia y del medio ambiente por la tala de la selva y la contaminación de las aguas”, señala el expresidente Uribe Vélez.
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El jefe del Centro Democrático se refería a un proyecto de decreto que fue publicado por el Ministerio de Justicia para comentarios. La normativa, que por lo tanto no está en firme, tiene el objetivo de reglamentar el uso de plantas de amapola, coca y el uso de plantaciones sin licencia de cannabis para fines médicos, científicos e industriales.
Los dos primeros ya existen, lo que busca este decreto es que las entidades públicas puedan comprarle las plantas a campesinos que la han cultivado para usos ilícitos, como una estrategia de brindarles una posibilidad lícita para hacer tránsito hacia una economía legal.
El uso industrial, sin embargo, todavía no está reglamentado y es el que preocupa al expresidente Uribe Vélez. “Autorizar usos de estupefacientes diferentes a los fines científico y medicinal rompe un consenso constitucional tácito que ha tenido Colombia, que no criminaliza al consumidor ni al campesino productor pero mantiene la ilegalidad para que el Estado pueda proteger a la comunidad”, señaló.
El Gobierno nacional en cabeza del presidente Petro, en cambio, sí considera que los campesinos y consumidores han sido criminalizados por el enfoque de la política de drogas. Su propuesta es brindar alternativas para un tránsito hacia la legalidad de las economías ilícitas y uno de los pasos es aprovechar sus potenciales legales.
En este caso, el decreto considera los usos industriales como aquellos procesos y productos de la coca, el cannabis y la amapola que no son sustancias psicoactivas. Se incluyen los derivados como alimentos, bebidas, cosméticos, de uso humano o veterinario, fertilizantes, bioinsumos, plaguicidas, polímeros, pigmentos, entre otros.
En el caso de la hoja de coca, el proyecto establece que deberán haber pasado por un proceso de degradación de ecgonina y todos los alcaloides o, que en caso de ser posible su recuperación a partir del producto final, no sean viables financieramente. Es decir, que sean productos que no puedan terminar convertidos en cocaína.
“Solo podrán comercializarse o transferirse a cualquier título para fines industriales, los productos no fiscalizados a base de plantas de amapola y coca, y provenientes del uso de plantaciones de amapola, cannabis y coca, incluidos los obtenidos en el marco de actividades de investigación. En todo caso, la comercialización e inversión de los réditos económicos resultantes podrán realizarse únicamente en el marco de estrategias de tránsito a economías lícitas con comunidades en territorios con presencia de cultivos de uso ilícito, previa autorización del Consejo Nacional de Estupefacientes”, dice el decreto.
Sin embargo, para el expresidente Álvaro Uribe la reglamentación propuesta no ofrecerá una solución para el uso ilícito de los cultivos de las plantas base de sustancias psicoactivas, sino en cambio un incentivo para que más personas participen de esa producción.
“Hoy viven más de 100 mil personas del cultivo y de la distribución de estupefacientes. La promoción del crecimiento llevará a un número mucho mayor y a la enorme dificultad de encontrar alternativas de ingreso a esas personas cuando estas drogas pasen de moda o la ciudadanía exija un Gobierno que las enfrente verdaderamente”, afirmó el exmandatario.