El argentino César Escola se ha convertido en uno de los jurados más queridos de las diferentes temporadas de Yo me llamo. Su carisma, dedicación y profesionalismo al momento de entregar la retroalimentación a los concursantes, lo han hecho ganarse el cariño de los millones de televidentes que ven los programas a diario.
Recientemente, el también productor musical fue el invitado especial al programa La sala de Laura Acuña, en el que habló de diversos temas sobre su vida privada, de los cuales poco conocían sus seguidores. Allí, reveló algunos detalles de la relación con Amparo Grisales, pues fue recurrente la pregunta si el programa era libreteado, algo que desmintió por completo dejando claro que las peleas eran reales.
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Además de revelar que se convirtió en padre soltero, cuando tomó la decisión de adoptar, también hizo una dura confesión sobre un quebranto de salud por el que casi pierde la vida. Este hecho se presentó cuando su hijo apenas tenía ocho años de edad, al sentir un dolor en su pecho de forma repentina y por el que dijo “si estoy acá no me tenía que morir ese día”.
“Cuando te da un infarto masivo, no hay tiempo. Me asusté mucho”, indicó inicialmente en su confesión, además, le recalcó al médico que no se podía morir todavía “como echándole toda la responsabilidad”. Además, fue enfático en que era padre soltero y no podía dejar desamparado a su hijo, después de haber luchado por su custodia.
Este episodio con su salud le dejó varias enseñanzas al también músico y compositor, pues cambió por completo su manera de llevar la vida, por lo que tomó la decisión de enfocarse por completo en disfrutar de su paternidad. Han pasado 10 años desde ese momento, por lo que hoy su hijo con 18 años es motivo de admiración para los miles de seguidores de Escola.
Vea la confesión del presentador desde el minuto 54:28
Cómo tomó la decisión de ser padre
La idea de convertirse en padre tocó a su puerta cuando realizó un viaje de retorno a Argentina para un reencuentro familiar y con algunos de sus amigos, cuando uno de ellos le contó que “fui papá”. De inmediato, cientos de dudas lo abrumaron, si su colega se había casado, pues en la cultura popular se cree que para ser padre necesita contraer matrimonio con alguna persona.
Asombrado, a su regreso a territorio cafetero, les comentó a sus amigos, quienes quisieron saber si él haría algo así, a lo que sin titubear afirmó que no, porque implica una gran responsabilidad. Ahí quedó la conversación, pero años más tarde en una fiesta de cumpleaños volvió a tocarse el tema, por lo que en esta ocasión su pensamiento fue distinto.
“Llegó a la fiesta de cumpleaños de una gran amiga y alguien le regaló un libro de fotos de Anne Guedes, que es la que hace montajes de un bebé dormidito en una mano, y yo dije: ‘¿Quién le regaló ese libro? ¿y por qué?´”
Para su sorpresa, su amiga también se encontraba en un proceso de adopción sin necesidad de haber contraído matrimonio, algo que él mismo interpretó como “señales”. Pero no fue hasta la grabación de una nota periodística para el Instituto Materno Infantil sobre el programa canguro cuando tomó la decisión de adoptar a su primogénito.