Colombiano probó la fruta más apestosa de Asia: cómo le fue

Con cada mordisco tuvo que aguantar el vómito y superar las arcadas interminables que causan su fétido olor

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El Durian es considerado por la mayoría de los países occidentales como un alimento con un olor en extremo desagradable - crédito Vivek Prakash / Reuters
El Durian es considerado por la mayoría de los países occidentales como un alimento con un olor en extremo desagradable - crédito Vivek Prakash / Reuters

En un video publicado en sus redes sociales, el bloger colombiano conocido como El Dane quien, se encuentra viviendo una temporada en Londres, encontró un mercado asiático en el que venden “la fruta más apestoza del mundo”.

“Esta fruta se llama Durian y proviene del sudeste asiático. La consumen mucho en malasia, en Singapur” y los demás países de la región, explicó, a manera de introducción y continuo:

“El olor, parce, de esto, es demasiado fuerte. Por eso es que en Malasia y en Singapur, que es donde más se consume esta fruta, usted no la puede llevar a hoteles y tampoco la puede llevar en el transporte público. Les cuento de una vez que es imposible disimular el olor de esto, no se puede, tiene un olor super fuerte, no sé cómo describirlo. Solo les puedo decir que la tienda en la que la venden huele a esta fruta”.

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Si bien el Durian no podría cultivarse en Europa por las condiciones climáticas, la población asiática en el viejo continente ha llevado a que el mercado de productos de países como Malasia y Singapur se abra paso y en el caso de Durian, “hay que comercializarlo desde el sudeste asiático (…) y para quien se pregunte cuánto vale esta fruta, compramos 400 gramos y nos valió más de 21 libras esterlinas (108.144 pesos colombianos)”.

A pesar de su fétido olor no deja de ser un atractivo para locales y extranjeros que, llevados por el boom que ha tenido los últimos años en programas de cocina y reseñas, la compran, incluso, a precios exorbitantes.

En occidente se considerada la fruta más apestosa de todas - crédito @soyeldane1

“Hay muchísima demanda por esta fruta en Singapur y en Malasia, o sea, les encanta esta fruta, los vuelve locos. Claro, obviamente ese olor o te mata o te vuelve loco, una de dos. Para tratar de neutralizarlo y lograr transportarla la ponen dentro de una caja sellada, de color transparente, y le ponen una bolsa de plástico adicional para que no se escape el olor. Sin embargo, aun estando con doble empaque huele y huele horrible”, detalló El Dane.

Durante el video estuvo provocándole arcadas e, incluso, llegó a confesar que no pudo almorzar antes de probarla, porque el solo acercarse a ella le generaba nauseas. Sin embargo, en video, dejó sus primeras impresiones:

“Básicamente, si a usted le llega a alguien por detrás a asfixiarlo con esta bolsa, tan solo necesita ponérsela encima y ya tiene. Lo peor es que tiene muchos olores, a pesar de que la bolsa (en la que viene envuelta) no es una bolsa cualquiera, es una bolsa bastante resistente”.

Tuvo que controlar el impulso de vomitar y sus ojos se llenaron de lágrimas solo de acercarse al empaque. Podría decirse que no es para menos, “la caja tiene cuatro cintas para que no se mueva, para que esto por error no se vaya a destapar”.

En su interior lleva una semilla de gran tamaño - crédito yearofthedurian.com
En su interior lleva una semilla de gran tamaño - crédito yearofthedurian.com

Antes de darle el primer bocado, encontró información, que indica que “al parecer, se consume en platos salados, pero, en especial, se utiliza para fabricar dulces. El helado de duran en Singapur es un símbolo de país, les gusta mucho, aunque, la verdad, no me imagino un helado de esto”.

Según describió, antes de dar el primer mordisco: “el color es amarillo, tirando a blanco, como un banano; esta dura; al tocarlo suelta un juguito, y viene en una bolsa plástica, segura, para que no se deforme. Parece pan crudo... es como una masa; no está dura; tampoco está blanda, del todo; está sudorosa, por la parte de arriba está más bonita, pero por abajo parece un caracol; se parece a la guanabana, es la prima inbañable de la guanabana. La sensación es como la de una guanabana, pero tiene una semilla, una semillota”.

Tras mucho intentar llevársela a la boca, finalmente, logró darle un mordisco. Su respuesta fue del desagrado a la peor reseña que, probablemente, haya realizado de algún alimento:

“Es lo más extraño que he probado en mi vida, de lejos, esta fruta no es de este planeta. Tiene muchos sabores”, pero, aun así, se atrevió a llevársela a la boca nuevamente, para dar una descripción más detallada: “Sabe como a mucha cebolla, pero muy dulce (…) tiene por ahí un lee sabor a guanabana, pero muy lejos. Sabe mucho a cebolla y, también, tiene como un sabor a queso. Yo no sé como hacen pa’ comerse esto. Tiene la textura de un mango por fuera... el primer sabor que usted detecta, de una, es la cebolla, peor luego le sabe a algo dulce, tirando a un banano, a una guanabana., tiene muchos sabores, te sabe horrible, pero te sabe dulce”.

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