Luego de la celebración por la décima estrella, el Junior comenzó a conformar su nómina para la temporada 2024 y el primer objetivo es mantener a varios de los jugadores actuales, luego reforzar las posiciones que provocaron la irregularidad de resultados en casi todo el 2023.
El técnico Arturo Reyes, que apeló a las individualidades en su plantilla para sacar adelante el segundo semestre, espera que la nueva campaña sea más próspera y llena de confianza, sobre todo porque cinco de los últimos seis de entrenadores que salen campeones con el Tiburón no logran seguir tras seis meses de levantar el trofeo.
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Sin embargo, la situación actual con el samario es que su contrato acaba el 31 de diciembre de 2023, aún no se sienta a renovar el vínculo con Fuad Char, máximo accionista del Junior, y reveló que en los últimos días conversaron sobre otros temas del equipo.
“No hemos renovado”
Luego de la celebración con Junior en Barranquilla, Arturo Reyes pasa unos días de descanso con su familia y está pendiente de revisar las opciones en el mercado de fichajes para reforzar la plantilla, ya que la Conmebol Libertadores será el principal objetivo en 2024.
En entrevista con el periódico El Heraldo, el samario dijo que, aunque parecía casi un hecho, por el momento no conversa con Fuad Char sobre su continuidad, pese a que su contrato acaba a final de 2023 y podría quedar libre: “Todavía no. No hemos renovado”.
Sobre eso, el entrenador reveló que, desde que Junior consiguió la décima estrella, se dedicó a hablar de otros temas respecto a la final, la celebración y los jugadores, así que es un misterio lo que pueda ocurrir en diciembre con el proceso de renovación.
“Sí, estuve conversando con don Fuad, pero hablando de múltiples temas, del partido, de la celebración, de cómo estuvo el viaje, de cómo estuvo el regreso, de lo que se hizo en la Ventana de Campeones, de que había muchísima gente, de lo rápido que se organizó todo, cosas así. Normalmente conversamos de cómo estuvo el equipo, de las cosas que se pueden mejorar, él me cuenta lo que le pareció el partido y yo le doy mi punto de vista también”, afirmó.
El momento de la victoria
Aunque muchos técnicos salen al campo para festejar con sus jugadores tras obtener el título, en el caso de Arturo Reyes fue todo lo contrario el 13 de diciembre en Medellín, donde explicó qué hizo al momento después que Leider Berrío marcó el penal para la décima estrella.
“No celebré, yo salí corriendo, pero para el camerino. Normalmente, si te das cuenta, yo en todos los partidos, de local o visitante, lo primero que hago cuando se terminan es irme al camerino y darle gracias a Dios. Siempre quiero estar solo y en un momento de silencio y de soledad, lo acostumbro a hacer”, dijo.
Reyes añadió que, después de orar en el camerino sin nadie alrededor, salto al campo de juego para festejar con sus dirigidos y colaboradores: “En la final, luego de tres o cuatro minutos de estar adentro del camerino, salí a buscar dónde estaban los jugadores y el cuerpo técnico para felicitarnos”.
Pasar fase de grupos, la tarea a cumplir
Al igual que Millonarios, Junior llega a la Conmebol Libertadores con el objetivo de superar la fase de grupos porque no lo consigue desde la edición 2011, cuando hizo una de sus mejores presentaciones en el certamen de los últimos 13 años.
En ese entonces, el cuadro Tiburón quedó primero de su zona con 13 puntos, producto de cuatro victorias, un empate y una derrota, se vio en octavos de final ante el Chiapas de México, igualó 1-1 en la ida en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez y 3-3 en la vuelta en Barranquilla, donde los visitantes avanzaron por más anotaciones fuera de casa.