Militares que amenazaron a civiles en Córdoba dijeron que estaban en medio de una misión: “Entramos así para evitar que nos hostigaran”

Según la versión de los militares, en la vereda estaban varios cabecillas del clan del Golfo y los iban a capturar; sin embargo, no hay ninguna orden o documento escrito que los respalde

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Integrantes de las comunidades que viven en el municipio indicaron que allí hace fuerte presencia el Clan del Golfo - crédito @lacoronadation/X

El 11 de septiembre de 2023, varios hombres encapuchados y con fusiles de asalto se tomaron la vereda Bocas del Manso, en zona rural de Tierralta (Córdoba). El comando armado amenazó a la población con su armamento y la trató con palabras soeces, sin importar la presencia de niños.

Los hombres armados se identificaron como integrantes del Frente Quinto de las disidencias de las Farc; sin embargo, algunos pobladores grabaron videos del hecho, los difundieron en redes sociales y posteriormente se reveló que los hostigadores eran en realidad militares de la Brigada XI del Ejército con sede en Montería (Córdoba).

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Tras el hecho, los militares fueron apartados de la institución e investigados por distintos entes de control como la Fiscalía y la Procuraduría. En medio de una de las audiencias, indicaron que la incursión armada en Bocas del Manso se hizo en el desarrollo de una misión para capturar a un supuesto cabecilla del clan del Golfo que se estaba escondiendo en la vereda y que controlaba los cultivos de coca de la región.

El documento de la declaración fue obtenido por la revista Semana y se detalla que el supuesto líder criminal era alias Eduardo sin camisa, que, según los militares, estaba junto con su seguridad privada en la población.

Campesinos de la zona se enfrentaron a los militares disfrazados de disidentes de las Farc -  crédito captura de video/X
Campesinos de la zona se enfrentaron a los militares disfrazados de disidentes de las Farc - crédito captura de video/X

Hay información de que estaba alias Eduardo sin camisa en el sector. Que estaba con un radio y tenía un arma. Se había conocido que era del grupo que delinque en esa región, esa es una ruta estratégica por el río y hay muchos cocales”, se lee en el documento obtenido por el medio citado.

Un cabo, segundo al mando del escuadrón, declaró que junto con el cabecilla del clan del Golfo estaban tres personas de su esquema de seguridad identificados como alias Daniela, alias Carabina y alias Pirata.

Los militares también dijeron que ingresaron al poblado de esa forma porque era una estrategia, ya que si entraban con prendas del Ejército iban a ser hostigados por los pobladores que, según ellos, defienden a los criminales del clan del Golfo.

Se llaman estratagemas, que es cuando uno se puede mezclar, hay poblaciones en las que usted entra como militar y la gente comienza a hostigar. Si usted entra así la gente no ataca porque en algunas comunidades son afectos a ellos, entonces entramos así para evitar que nos hostigaran. Hay partes donde hasta aglomeran a la tropa y la retienen”, declaró uno de los militares investigados.

En la declaratoria, los implicados en el hecho indicaron que pese a usar la estrategia de estratagemas, muchas personas de Bocas del Manso asediaron a la tropa con machetes y palos, razón por la cual ellos mostraron las armas largas. También desmintió que usaran palabras soeces o lanzaran improperios contra los campesinos, sin embargo, los videos grabados por la comunidad muestran todo lo contrario.

Los militares amenazaron al población con armas largas - crédito (Captura de pantalla)
Los militares amenazaron al población con armas largas - crédito (Captura de pantalla)

Según la versión entregada, esa incursión armada se hizo en cumplimiento de una orden del coronel Jairo Alexis Duarte Beltrán, comandante al mando del Batallón de infantería n.° 33 Batalla de Junín, en el marco de la Operación Efesios contra el clan del Golfo; sin embargo, no hay registro escrito de la supuesta orden recibida.

Finalmente, quedan incógnitas de por qué los militares se hicieron pasar por disidentes de las Farc en un territorio controlado por el clan del Golfo, enemigo directo de los guerrilleros.

Por otra parte, concorde a lo expuesto por uno de los militares, en el sector no se encontró a ninguno de los supuestos cabecillas que ellos estaban buscando y la inexistencia de la orden escrita pone en tela de juicio la versión de la operación encubierta.

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