El Hospital San Rafael de Itagüí estaría enfrentando una grave crisis económica que ha provocado la renuncia de veinte médicos, veinte enfermeras y dos especialistas, ante la falta de insumos básicos y la deuda de varios sueldos por parte de la administración.

La situación, que ha sido reportada en las redes sociales, ha limitado los servicios del hospital a la atención de solo urgencias vitales, debido a la incapacidad para realizar procedimientos básicos, como radiografías o tomografías.

El personal médico informó acerca de las presiones impuestas, incluyendo procesos disciplinarios y amenazas por parte de los familiares de los pacientes, lo cual ha generado un ambiente laboral tenso y de inseguridad. Un médico expresó ante Teleantioquia Noticias que “nos amenazan con que si renunciamos, ya no nos van a pagar lo que nos deben, estamos siendo coaccionados”.

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Esta grave situación económica ha llevado a los profesionales a considerar salir o el cierre del centro como la única solución viable. Por su parte, la gerencia del hospital niega las presiones y solicita apoyo al Gobierno Nacional para resolver la crisis financiera que arrastran desde 2012.

Sin embargo, todavía no se ha recibido respuesta de la gobernación de Antioquia ni del Estado colombiano; así mismo, los empleados del hospital piden una intervención urgente ante la pérdida de condiciones laborales óptimas y retraso en los pagos.

Por la renuncia masiva del personal médico, en videos que circulan en las redes sociales se puede notar el deterioro de las instalaciones del hospital. Por eso, la ciudadanía exige una rendición de cuentas transparentes. También se alerta sobre la carencia de indumentaria, como hemoderivados, sábanas, gasas y compresas, además de la falta de un técnico de rayos X durante la noche, y el cierre progresivo de servicios, incluyendo una sala de urgencias para pediatría, lo que incrementa el riesgo de contagio entre pacientes por la falta de distanciamiento apropiado.

El personal del Hospital San Rafael pide acciones inmediatas para mejorar las condiciones del hospital y evitar mayores repercusiones en la atención al paciente.

La institución de salud, que atiende a la población del sur del Medellín, enfrenta una seria crisis financiera. Por esa razón hacen un llamado a la solidaridad de los organismos departamentales y nacionales, así como a las Entidades Promotoras de Salud (EPS) para solventar la situación y evitar el riesgo de suspender servicios esenciales.

“Queremos informar a la opinión pública sobre la crítica situación financiera que enfrenta nuestra institución. Agradecemos profundamente a todos nuestros colaboradores y proveedores que nos han brindado un valioso apoyo, siendo un pilar fundamental en nuestro proceso de apalancamiento financiero”, se lee en el comunicado publicado por la entidad.

La institución requiere de una colaboración más efectiva en el pago de las deudas pendientes, destacando que no es suficiente con abonar solo un porcentaje de las facturas presentadas. El incumplimiento en estos pagos ha llevado a la organización a un punto crítico que compromete la continuidad de la prestación de servicios de salud a la comunidad. Subrayan la importancia de que todas las partes involucradas aporten de manera adecuada para poder superar este momento crítico.

“Expresamos nuestro sincero reconocimiento a la Secretaria Seccional de Antioquia por el respaldo brindado hasta el momento. Sin embargo, nos vemos en la necesidad de solicitar a todos los órganos del nivel departamental y nacional, y de manera especial a todas las Entidades Promotoras de Salud (EPS) con quienes estamos realizando el trámite para la recuperación de la cartera, la cuál, requiere de su colaboración para superar la difícil coyuntura económica que atravesamos”, agregó la entidad.

La entidad ha expresado que la gravedad de su situación financiera podría llevar, en el peor de los casos, al cierre de algunos de los servicios que ofrece. Se hace un llamado urgente a la solidaridad y la comprensión de las EPS: “Es imperativo que todas las partes contribuyan de manera adecuada al pago de la cartera pendiente. No es suficiente saldar solo un porcentaje de lo facturado y radicado. La gravedad de nuestra situación financiera actual pone en riesgo la adecuada prestación de servicios de salud a la comunidad que servimos. En el peor de los casos, podría llevar al cierre de algunos de estos servicios esenciales”.