La representante a la Cámara por Cundinamarca, Alexandra Vásquez, expuso una situación alarmante en la Casa Refugio de Soacha, Cundinamarca.
Durante el debate de control político sobre el aumento de violencia de género el 13 de diciembre, Vásquez reveló evidencias en forma de audios, fotos y documentos que ponen de manifiesto serias deficiencias en la atención a mujeres dentro de la institución.
El problema, según las denuncias recopiladas por Vásquez, abarca diversas áreas críticas, incluyendo alimentación, atención médica, condiciones de aseo y la garantía de derechos humanos.
Dos cartas dirigidas a una Comisaría del municipio y a la Fundación Vital XUA, asociada con la alcaldía de Soacha, fueron entregadas a Vásquez por mujeres que expresaban sus inquietudes sobre estas cuestiones. La representante subraya la falta de experiencia de la Fundación en la atención a mujeres víctimas, lo que plantea serias dudas sobre la idoneidad de la entidad para gestionar la Casa Refugio.
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Las quejas de las mujeres apuntan a deficiencias críticas en la provisión de alimentos, destacando la insuficiencia de las porciones y la falta de nutrición adecuada. Además, señalan la ausencia de asistencia médica o acceso a enfermería para mujeres y niños que han sufrido accidentes.
Una de las denunciantes relató la historia de una niña con fiebre, a quien se le negó el traslado a urgencias. Estas condiciones, junto con la amenaza de represalias por parte del personal de seguridad y los funcionarios de la Casa Refugio, crean un entorno inseguro y opresivo para las mujeres.
Las condiciones de aseo también se presentan como problemáticas, con baños sin agua y camas que emiten olores desagradables. Las mujeres afirman que se les impide salir, incluso, cuando solicitan una salida voluntaria. A pesar de estas denuncias, las afectadas afirman no haber recibido ninguna respuesta hasta el momento.
La representante Vásquez no solo se limita a exponer las quejas actuales, sino que también destaca la necesidad de una evaluación integral de los centros de atención y una revisión de las políticas que rigen estos establecimientos, emitidas por las comisarías de familia. Subraya la importancia de garantizar que estos lugares cumplan efectivamente su propósito de brindar refugio y apoyo a mujeres en situaciones vulnerables.
Al profundizar en la situación, es crucial entender el propósito de la Casa Refugio de Soacha. Estas instituciones están diseñadas para ofrecer atención integral a mujeres víctimas de violencia, ya sea en el ámbito familiar o en el contexto del conflicto armado interno. La Casa Refugio de Soacha, inaugurada en 2013, opera bajo el Programa de Mujer y Género de la Secretaría de Desarrollo Social de la alcaldía de Soacha.
Sin embargo, surge una preocupación adicional en cuanto a la asociación entre la Casa Refugio y la Fundación Vital XUA. El convenio de asociación No. 1948 de 2023, según información recopilada, plantea interrogantes sobre la capacidad de la Fundación para cumplir con los requisitos del Estado.
Se señala una modificación estatutaria que amplió el alcance de la Fundación para incluir actividades de atención integral a población vulnerable, como mujeres víctimas de violencia y niños. La falta de experiencia inicial de la Fundación en contratos estatales suscita preocupaciones sobre la eficacia de su participación en la gestión de la Casa Refugio.
Desde la perspectiva de la representante Vásquez, este caso refleja la incompetencia de la administración actual en la creación de políticas públicas efectivas para beneficiar a las mujeres en Soacha. Este incidente no solo destaca la necesidad de abordar problemas inmediatos en la Casa Refugio, sino también la importancia de revisar y fortalecer las políticas gubernamentales destinadas a proteger a mujeres en situaciones de vulnerabilidad.