Yo me llamo tuvo recientemente su gran final y el imitador de Carin León fue el que se llevó los quinientos millones para la casa. Sin embargo, la única vida que cambió no fue la de él, ya que otros participantes, como los dobles de Shakira, Luis Miguel y Miguel Bosé, también se llevaron dinero a casa.
Los jueces y presentadores de la competencia también se vieron beneficiados por el programa, porque les aseguró un buen contrato por varios meses. Pero recibir los ingresos por las grabaciones de Yo me llamo no significa que sus participantes queden libres de deudas por siempre.
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Ese es el caso de César Escola. Recientemente el músico preocupó a sus seguidores al dar detalles de su actualidad financiera.
“Yo tengo deudas como todo el mundo, Uno tiene el honor de poder estar frente a una cámara, pero esto es un oficio y es un trabajo, y yo mientras no esté trabajando, no tengo con que darle de comer a mi familia. Para que no suene pedante, tengo la suerte de ser ‘todero’ en algunas cosas; en el caso de Yo me llamo’, tengo una gran conexión con Amparo, nos conocemos desde hace 34 años, yo trabajé con ella a los seis meses de estar en Colombia. (...) Cuando no estoy frente a cámara, estoy como coach musical en La voz kids, en La descarga, y en A otro nivel, porque tengo que seguir trabajando. Eso es chévere porque el televidente descansa de mi cara durante un año”, indicó en entrevista con La sala de Laura Acuña.
El músico argentino tiene una larga trayectoria en la televisión colombiana y esta no es la primera oportunidad que tiene de destacarse frente a las cámaras. Hace más de una década fue el presentador de También caerás. Tiempo después, dirigió la orquesta que tocaba en el programa Do re millones.
Por ahora no se sabe qué proyectos vinculan a Escola con las pantallas en el futuro próximo. No obstante, se espera que regrese en la siguiente temporada de Yo me llamo, junto a Amparo Grisales. Pipe Bueno, quien los acompañó en la última edición, sería la gran ausencia, porque tiene planeado mudarse a México con su familia.
Y es que estar en el concurso de imitación no solo trae cosas buenas, sino que también complicó la agenda de algunos de los miembros de su equipo, como ocurrió con Melina Ramírez, presentadora del show, quien tuvo que declinar la propuesta de La vuelta al mundo en 80 risas por conflictos con el rodaje del reality.
“Obviamente, se me cruzaba con Yo me llamo, por eso no pude estar este año. Qué lástima, pero bueno. Espero que el próximo año vengan muchos proyectos en televisión para que ahí estemos conectados”, expresó la conductora vallecaucana.
Los jueces de Yo me llamo confiesan lo más difícil de su trabajo
Al finalizar una nueva temporada de la competición, los miembros del jurado calificador expresaron lo que más les costó en esta ocasión.
La primera en reaccionar fue La Diva de Colombia, quien expresó que “llegamos a la final con muchos participantes que se parecían tanto física como vocalmente. Lo más complicado es el inicio del programa, porque al principio está lleno de contradicciones, pues la gente dice que no se parecen, mientras que nosotros les vemos el potencial”
Además, la actriz agregó que la prolijidad en los concursantes es algo que ha mejorado por el rigor. “Yo peleé muchísimo, desde la primera temporada, para que no fuera una parodia, ni algo medio parecido. Yo luché para que fuera el doble exacto y ahí se empezó a perfeccionar todo a nivel físico, vocal y de lenguaje corporal”, siguió diciendo.
Finalmente, César Escola apuntó: “Que esta final sea una inspiración, que se preparen y estudien, además, que traten de hacer ese personaje con altura, como lo hicieron nuestros participantes, con respeto por los artistas”.