En una rueda de prensa realizada el jueves 14 de diciembre, el presidente ejecutivo de Camacol, Guillermo Herrera, expresó la preocupación que dejaron las bajas ventas de Viviendas de Interés Social (VIS) y no VIS durante 2023; no obstante, se mostró optimista frente al 2024, asegurando que “debe ser el año de la reactivación”.
“El año 2023 no ha sido fácil para miles de familias colombianas que esperaban una vivienda digna y formal, esto por cuenta del complejo panorama que ha afrontado la industria de la construcción de edificaciones”, indicó el comunicado de Camacol.
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Para el presidente ejecutivo, es urgente que se implementen los anuncios y medidas del Gobierno, para " frenar la caída del sector”; asimismo, solicitó medidas que impulsen el desarrollo de nuevos proyectos.
Según cifras presentadas por Coordenada Urbana de Camacol, entre enero y noviembre de 2023 se dejaron de vender 103.000 viviendas VIS y no VIS, representando una contracción del 50,9 %. De acuerdo con las cifras, la pérdida de inversión llega a los 19 billones de pesos.
“El impacto también se refleja en la contracción de las iniciaciones, que durante 2023 caen 30,1 % en el segmento VIS y 22,6 % en la No VIS, representando el inicio de obra de 49.906 unidades menos frente al 2022, que, además, son indicio de menos metros cuadrados en proceso de construcción y menor demanda de mano de obra para el 2024″, indicó Camacol.
Durante la rueda de prensa, el presidente ejecutivo reveló el más reciente estudio a 1.929 proyectos que reportaron desistimientos en lo corrido de 2023 que, en su total suman alrededor de 38.000 hogares que decidieron dejar a un lado su proyecto de comprar vivienda propia:
“Esto representa un crecimiento de 72,7 % frente al registro del año anterior. El 78,4 % de las unidades desistidas fueron VIS (29.800), con lo cual el segmento incrementó el volumen de renuncias en 109,4 %”
En los datos recogidos se encontró que el 31% de los desistimientos en viviendas VIS, se habría provocado por los cambios del programa Mi Casa Ya del Gobierno nacional, especialmente por la “reducción del monto del subsidio”, debido a la clasificación en el Sisbén; el 30 % renunciaron por demoras en la asignación del subsidio; mientras que al 23 % el proceso de realización y publicación del resultado de la encuesta Sisbén IV, presentó demoras.
“A este factor le siguen las condiciones de los créditos hipotecarios, que explica el 25 % de los desistimientos en el segmento de VIS y dinámicas que afectaron los ingresos del hogar (13 %)”, complementa el análisis de Camacol.
Por último, el ejecutivo de Camacol presentó cinco propuestas para la reactivación del sector:
“La primera de ellas consiste en garantizar la suficiencia de subsidios del programa Mi Casa Ya, ya que para el 2024 se requerirán 72.000 solo para cubrir las entregas de lo que está en obra actualmente; esto obliga, además, a mantener la disponibilidad de recursos”
Como segunda medida se planteó la eliminación del Sisbén como requisito para acceder a los subsidios de Mi Casa Ya, debido a las demoras en las respuestas de la entidad. Además, porque, debido a los cambios en el Sisben por el Departamento de Planeación Nacional, “236.867 hogares que previamente se encontraban en los rangos habilitados para acceder a Mi Casa Ya, ahora se encuentran en el subgrupo D21, con lo cual quedarían por fuera del programa”, agregó Camacol.
La tercera implicaría en retomar las coberturas a la tasa para VIS adicionales a las de Mi Casa Ya, así como las temporales de no VIS; la cuarta sugiere en avanzar en procedimientos y reglamentación; y la quinta, en apostarle a la reactivación desde las regiones.
“Respecto a la agenda regional, será fundamental avanzar en intervenciones desde la oferta, encaminadas a mejorar la gestión del suelo y optimizar los trámites de la cadena de urbanismo y construcción, así como intervenciones que permitan promover la demanda a través de políticas de vivienda más robustas desde lo local”, concluyó Camacol