El 8 de diciembre fue encontrado el cuerpo sin vida de Juan Carlos Sibauste Aguilella en su finca ubicada en la vereda La Primavera, en el municipio de Santa Bárbara (Antioquia). Las autoridades indicaron que la víctima varias tenía heridas con arma cortopunzante en su cuerpo.
Subaurte Aguilella era un empresario panameño con nacionalidad estadounidense que tenía intenciones de montar un spa en la región, que se llamaría Villa Sabauste Spa.
Ahora puede seguirnos en WhatsApp Channel y en Google News.
Tras el hecho las autoridades iniciaron una exhaustiva investigación para esclarecer los hechos y dieron a conocer que el empresario organizaba con frecuencia fiestas en su finca a la que invitaba a todo tipo de personas, entre las que había delincuentes y, posiblemente, algunos de sus invitados serían los homicidas.
Según pudo establecer El Colombiano, los asesinos de Juan Carlos Sibauste harían parte de un grupo criminal que delinquen en el municipio del suroeste antioqueño.
El medio citado indicó que en la Noche de Velitas el panameño organizó una fiesta en su finca y entrada la madrugada del 8 de diciembre muchos de los invitados se retiraron de la fiesta, menos los asesinos, que esperaron a estar a solas con él para atacarlo y llevarse varios elementos de valor, entre los que estaban una motocicleta de alto cilindraje, electrodomésticos y hasta sus dos perros.
Al respecto el comandante de la Policía Antioquia, coronel Carlos Andrés Martínez, le dijo a El Colombiano: “Estas personas, quienes serían integrantes de un grupo criminal de Medellín, fueron invitadas por él para una fiesta de las que hacía frecuentemente en esta propiedad”.
El oficial de la policía dio detalles del crimen y según la hipótesis que se maneja inicialmente los delincuentes retuvieron a Juan Carlos Sibauste, de 58 años, y le dijeron que entregara información sobre dónde estaban los objetos valiosos que tenía en la casa y que entregara las claves de seguridad, de posibles cajas fuertes y de las cerraduras para salir de la propiedad.
Según la Policía, el panameño tenía un sistema de seguridad sofisticado en el que permitía la entrada de las personas a su residencia a través de cerraduras electrónicas en las que tenía registrada su huella digital y tenía varios códigos de ingreso.
“Se hurtaron los equipos celulares y las cámaras DVR con las que esta persona controlaba todo el sistema de seguridad de esta finca”, le dijo al medio citado el coronel Carlos Andrés Martínez.
Al parecer, los criminales torturaron a su víctima y en el proceso le propinaron más de diez puñaladas en distintas partes del cuerpo, lo lesionaron en sus genitales como método de presión para que entregara toda la información pertinente sobre la ubicación de dinero, joyas y otros objetos de valor. Incluso, extraoficialmente se dio a conocer que hasta intentaron cercenarle los dedos para usar sus huellas dactilares en las cerraduras electrónicas de entrada y salida de la casa, así como de lugares del inmueble donde Juan Carlos Sibauste guardaba elementos valiosos.
Las autoridades tratan de esclarecer en las cámaras de seguridad del sector el patrón de conducta y la ruta de escape de los delincuentes, pues se llevaron electrodomésticos y era difícil pasar desapercibidos.
Adicionalmente investigan si Juan Carlos Sibauste tenía alguna relación con los grupos criminales de la región para determinar si el homicidio está relacionado con alguna disputa entre delincuentes.
En esa región del suroeste antioqueño delinquen varias facciones del ELN y las disidencias de las Farc, incluso el abatido cabecilla de las disidencias de las Farc alias Mayimbú ejercía control territorial en el municipio de Santa Bárbara y tenía a su cargo los cultivos de coca de la región.