La Cámara Intergremial del Transporte (Unidos) y su miembro fundador, Colfecar, propusieron al Gobierno nacional una medida denominada Precio Colombia para calcular el precio del ACPM (diésel) como alternativa a los actuales precios basados en la paridad internacional. Esta propuesta busca ajustar el precio del diésel al contexto económico nacional, considerando que Colombia es autosuficiente en la producción de este combustible y que la importación representa tan solo un 5% del consumo interno.
La presentación de la misma se acordó debido a que es necesario para el sector transporte y la economía de los hogares, llegar a un consenso frente a la fórmula que fija el precio del combustible, dados sus efectos inflacionarios. Además, porque el Gobierno de Gustavo Petro busca cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc), que en gran mayoría es por culpa de que no se establecieron alzas para este combustible en los últimos años.
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El ajuste podría tener un efecto positivo en el déficit del Fepc, contrarrestando las repercusiones económicas en los hogares y el tejido empresarial del país. Ante la posible eliminación del subsidio al combustible para transportadores, el gremio advirtió sobre sus implicaciones económicas y sociales.
“Un aumento en el precio del diésel podría generar inflación adicional y agravar la ya crítica situación con una tasa inflacionaria del 10,15%, excediendo la meta del Banco de la República. El sector transporte, responsable del 5% del PIB y 1,9 millones de empleos, se vería severamente afectado, extendiendo impactos a casi todos los sectores productivos del país. La cadena de suministro, desde bienes básicos hasta materias primas, depende críticamente del transporte por carretera, que sufre ya un incremento del costo logístico nacional a un 17.9% de las ventas”, indicó Colfecar por medio de un documento.
De igual manera, señaló que el incremento de los costos en el transporte se debe a varios factores como el alto precio del dólar, los costos laborales, cargas tributarias, y los intereses financieros. Además, la inseguridad y bloqueos en carreteras han afectado negativamente la productividad vehicular, lo que se refleja en un aumento de costos operativos.
Desaceleración económica
A estos desafíos, insistió el gremio, se suma la desaceleración económica con sectores como construcción, industria y comercio en retroceso, afectando la demanda general para el sector transporte. Por eso, la Cámara Intergremial del Transporte enfatiza la necesidad de una solución equilibrada, que no traslade la carga financiera a un sector ya presionado, ni que amenace la seguridad alimentaria y acceso a bienes esenciales para la población.
En esencia, el planteamiento del Precio Colombia para el ACPM no se considera un subsidio, sino una medida estratégica para preservar la estabilidad económica.
Como se recordará, esta fórmula denominada Precio Colombia contempla la eliminación de impuestos (el nacional y dos IVA) y toma como base el ingreso al productor y el ingreso al productor de biodiésel. Esto, teniendo en cuenta que en la actualidad el cálculo se hace con el ingreso al productor (90%), ingreso al productor de biodiésel (10%), logística (distribuidor mayorista más distribuidor minorista y transporte y los impuestos (el nacional y dos IVA)
“Invoca el modelo empleado en otros mercados energéticos del país, donde se reconoce la ventaja de ser un país productor y se evita cargar a los ciudadanos con precios basados en mercados internacionales, como el Golfo de México”, añade.
La propuesta de Colfecar sostiene que se deben contemplar los costos reales de producción y operación, permitiendo así a Ecopetrol continuar sus inversiones y asegurar el abastecimiento. Este enfoque podría aliviar la presión fiscal y contribuir a la sostenibilidad del transporte y otros sectores clave de la economía colombiana.